Páginas

martes, 20 de octubre de 2020

EL PAISAJE DE LA REPÚBLICA EN ALTEA , por Miguel del Rey

 EL PAISAJE DE LA REPÚBLICA. La Revista "Altea" y el Cine Moderno: 1931-1939       

Uno de los productos principales de la cultura alteana de esta época fue la revista "Altea". La Sociedad Filarmónica Alteanense, junto a su director y fundador, Don Francisco Zaragoza Alvado, maestro nacional, fueron los impulsores de aquellos números que entre 1931 y 1936 relataron la vida social y política de la altea republicana. En su número 4 la revista hace una declaración de intenciones de la mano del maestro Don Juan Ribes sobre la línea social que toma la publicación, con una loa al trabajo y un apoyo a la declaración parlamentaria del momento, aquella que entendía España como “República democrática de trabajadores de todas las clases…”, el talante republicano, el carácter local y comarcal de la publicación y su línea de regeneración docente  junto a cierta tendencia de centro derecha, marcan una publicación esencial en el archivo documental alteano.


Cabecera original de la Revista Altea en la época de su fundación 

El paisaje social y físico que nos muestra la revista, se centra en una reivindicación de lo alteano y en su voluntad educativa, en una visión positiva de la sociedad y sus costumbres, reflejando una cierta vida social, sus efemérides festivas, también la dura vida de la clase trabajadora tanto en el mar como en el campo, manteniendo una estrecha relación con la emigración, particularmente la argentina.

Tabla Gimnastica. Revista "Altea", 1931

La Plaza del Convento y la Costera de Montcau -calle de Luis Martínez en ese momento-  junto a la calle del Mar -la calle Canalejas-, fueron el centro neurálgico del pueblo. De la calle del Mar en sus dos tramos, más tarde Conde de Altea, cabe destacar su carácter de arteria principal, de calle muy vivida. En ella encontramos en ese momento, un edificio que albergó actos festivos, teatro y cine, además de actos políticos de gran relevancia: el Cine-Teatro Moderno; pero moderno con todas sus letras y significado. Moderno por acercar a Altea a una nueva tecnología y conectarla con el fenómeno cultural, del cinematógrafo, en una fecha temprana, allá por los años 1920 de la mano de la familia Gallego. Moderno también por levantarse el edificio con la arquitectura propia, una arquitectura mestiza donde la tecnología era la adecuada al momento y al lugar: una interpretación local de un modernismo ya algo trasnochado.

Mercado de Altea en lo que fue la Plaza de la República. Año 1931, foto gentileza de Isabel Lloret

El Cine-Teatro Moderno incluía una gran sala cuya estructura de cerchas de acero se cubría con un tejado de placas de fibrocemento y se cerraba por muros de mampostería. Su fachada, sencilla y honesta, marcaba un muro piñón al que le obligaban sus cerchas de cubierta, acabado a la manera modernista con un resalte escalonado en cornisa; la fachada, compuesta por vanos simétricos y jerarquizados, incluía un mirador central en madera que marcaba aún más su carácter liviano sobre el pesado muro de la fachada. Luis Fuster y Pedro J. Orozco hablan en su obra de aquellas sesiones primeras de cine mudo con el acompañamiento a piano para enfatizar las escenas por parte de Tonica Bonet o Antonia Pérez, también de los ecos de los mítines republicanos de los años 30, o de las sesiones políticas y culturales de la época de la Guerra Civil. Personalmente, sólo recuerdo alguna película de aquellas del Oeste que aún ví en la oscura sala a la que se accedía desde un estrecho vestíbulo.

Vista de la Calle Conde de Altea con el Cine Moderno en el estado original, el que tuvo en la época republicana. Foto de 1952, gentileza de Luis Fuster

sábado, 3 de octubre de 2020

Arquitectura moderna en Altea: Complejo Nova-Altea, 1969, por Miguel del Rey

 

COMPLEJO RESIDENCIAL NOVA ALTEA,  1969. Urbanización Nova Altea*

Racionalismo Crítico. Promotor José M. Planelles. Complejo Privado. Arquitectos: Félix Cabrero, Carlos Solesio, Joaquín Planell, arquitectos, R. Bellod, Arq. Director de obra. Personaje vinculado: Don José Planelles Zaragoza

Nova Altea es uno de los complejos residenciales más interesantes del panorama arquitectónico alteano y alicantino; en particular sus fases I y II presentan una calidad indiscutible. La interpretación del “genio del lugar”, la integración medioambiental, la flexibilidad y personalización de las viviendas, en palabras de Joaquín Planell, pueden distinguir la intervención. El complejo, con más de cuarenta años, sigue manteniendo unas prestaciones residenciales, urbanísticas y paisajísticas de gran valor.


                                        Nova Altea fotografiada en 1970 por Joaquín Planell

Desarrolla un sistema escalonado, con cuatro alturas de vivienda en profundidad, con grandes solanas que abren al mar y resuelto en plantas altas con áticos. “Nova Altea en su interior, esconde un verdadero pueblo en el que se desarrollaron soluciones distintas y de gran originalidad” nos indica uno de sus autores, Joaquín Planell. En esta compleja propuesta hay que destacar la flexibilidad funcional y como dice su autor “el modo peculiar de interpretar la arquitectura popular alteana”. El conjunto tiene el particular plasticismo del juego de niveles y de sombras de sus volúmenes.

                                       Planos facilitados gentilmente por Joaquín Planell

Se pueden inscribir en un racionalismo crítico, experimentalista, muy en boga en aquellos momentos en el panorama arquitectónico español. Una arquitectura de gran interés, firmada por los arquitectos Cabrero, Solesio y Planell e inscrita en las preocupaciones compositivas que en esos momentos se tienen en la arquitectura española (recordemos la obra de Javier Sáenz de Oiza en Alcudia) en el caso alteano con una planta más rotunda y atractiva, más especulativa posiblemente, pero no por ello menos interesante. La elección de materiales, su austero repertorio, unido a una adecuada estructura, apoyan el interés de su arquitectura. El conjunto de Nova Altea se completó con una vivienda unifamiliar en su extremo sur, que si bien no formaba parte del conjunto arquitectónico, no desentonaba en su arquitectura ni en el paisaje. La casa firmada, parece, por los arquitectos Lorente y Chicot se levantó unos años más tarde.

 

             José María Planelles y Benjamín Palencia en la terraza del mítico bar las Vegas de Altea

Don José Planelles Zaragoza, Alicante, 1930, Estudia Derecho en la Complutense y se licencia en periodismo; casado con Doña Magdalena Rostoll, se instala en Altea en 1954 como industrial de la almendra y de la cinematografía, explotando los cines: Moderno, Altea, Mediterráneo y Costablanca, incidiendo particularmente en el mundo de la promoción y construcción de vivienda en un momento de despegue económico. Su amplitud de miras, la cultura heredada y también la aprendida, le llevan a ser un buen alcalde y un mecenas de las artes, desde la pintura a la arquitectura, amigo de pintores, buen conversador, preocupado por la cultura, sabe seleccionar a las personas con las que trabaja; de hecho, en arquitectura desarrolla una serie de proyectos de calidad excepcional. Nova Altea es precisamente una de ellos, pero no hay que olvidar al ignorado proyecto de la Terraza Costablanca, con su pantalla frente al mar y su terraza extremadamente volada sobre la playa, un proyecto discreto, pero rotundo y moderno. Sus relaciones de amistad sincera, de apoyo a las artes, le llevaron a hacer de Altea un nido de artistas. Su imagen estará por siempre ligada a un hombre positivo e inteligente en un momento brillante en una Altea que salía de la autocracia representada por las chaquetas blancas que en los días de fiesta aún lucían  los Jefes Locales de un Movimiento, algo que hoy parece  increíble.

 * Publicado en el libro "Paseando por las alteas", M. del Rey, Val 2016, pag 284-285