El callejero renacentista de la Vila de Altea*
* Plano y textos entresacados del libro “Paseando por las alteas” Miguel del Rey, Valencia 2016.
La condición de la villa de Altea como la única ciudadela de
nueva planta de época renacentista en el mediterráneo español, es una cuestión
poco conocida y menos aún valorada por propios y extraños. Se trata pues una
planta perfecta de nueva ciudad que se ha conservado intacta en su planta y
trazado de calles, con parte de su muralla; por cierto, cada día más castigada
y desprotegida, a pesar de que tuvo que ser la ciudadanía quien solicitara su
protección a Consellería; protección que aún no ha hecho efectivo el ayuntamiento
con el necesario Plan Especial de Protección que marca la ley tras la
aprobación del BIC de la Muralla.
Pero al menos tenemos un trazado de calles renacentistas muy
bien conservado, limitado por los restos de la muralla en algunos puntos, al
norte y este de la traza de la nueva ciudad del siglo XVII.
Un trazado compuesto por calles paralelas en dirección
noreste-sudoeste definidas a partir del trazado de la calle Mayor, que une el
Portal Vell con la plaza de la iglesia. Las calles del interior de la fortaleza
se conservan en la actualidad con su trazado inalterado, solo la toponimia ha
cambiado. En su tiempo se llamaban: carrer Major, d´Enmig y de Baix, o Fondo en
este caso, más una cuarta llamada carrer del Forn. A ellas hay que añadir las
perimetrales de este a oeste: carrer de la Senyoria, bordeando interiormente el
lienzo septentrional, carrer de la Carnisseria o de la Escuela –hoy de Santa
Bárbara- y entre ambas el carrer del Garroferet y el de Jesús.
Estructura que se conserva en la actualidad, salvo dos
edificios derribados, el de las Torres y el desafortunado vacío de la Plaza de
la Iglesia, que rompe la estructura histórica del recinto, y que necesita de
una reinterpretación que permita cerrar espacialmente la plaza dejando en
cualquier caso paso inferior al actual mirador.