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miércoles, 4 de noviembre de 2020

Miguel Jorro i Such, un personaje complejo y romántico, por Miguel del Rey

Rebuscando en los papeles de mis personajes favoritos del romanticismo en la Marina, y siendo originario de mi pueblo, no puedo más que acercarme a la figura de Miguel Jorro i Such* Altea 1818–1885, licenciado en derecho y periodista, con una imagen que me facilita el amigo Juan Bautista Bisquert Cendra.

                                            Miguel Jorro i Such con su uniforme de diplomático

Miguel Jorro i Such, siguió la carrera diplomática. Fue un personaje relevante y muy controvertido, liberal, revolucionario, incansable viajero, derrochador, algo pendenciero, que tras una compleja y poco convencional existencia murió arruinado en su finca de Altea. Casado con Ana Gomez Burguet, fue padre de dos hijas muy vinculadas a los círculos artísticos y de la bohemia de su tiempo: Anita y Enriqueta Jorro. Fue tío abuelo del conde de Altea, Don José Jorro Miranda, a cuya propiedad pasó la Morería.

Precisamente su controvertida personalidad queda patente en la arquitectura de la Morería, donde hay que señalar el buen criterio desde el cual, junto a su desconocido arquitecto, supo transformar una casa tradicional en un palacete dejando las huellas de su configuración primigenia, como hemos dicho convirtiendo aquella casa rural en quinta de recreo para un personaje con un estatus social que trascendía cualquier localismo, siendo uno de los ejemplos primeros del eclecticismo o uno de los últimos ejemplos de Iluminismo en estas tierras. Todo, dentro de una corrección y unos criterios de modernidad en aquel momento encomiables, unido a una cuidada puesta en obra y unos acabados desconocidos en el lugar y en el momento.

Fundó periódicos como “El libre comercio”, “La Cotorra”, “El provenir de Valencia”, “El Sufragio Universal”, etc., muy populares en la segunda mitad del Ochocientos. En Madrid dirigió “El Clamor Público” inspirado por el general Prim. Fue la mano derecha del Mayorazgo Cendra de Monserrat, el incansable defensor pegolino de la causa liberal, azote de carlistas y guerrilleros en toda la Marina. Apoyó decididamente la republica de 1868, fue Diputado Provincial en el contexto revolucionario de “La Gloriosa”, y al año siguiente Diputado a Cortes por Alicante, para seguir más tarde diputado provincial; frecuentaba los círculos literarios, sociales y políticos más importantes de Madrid.
                                                          La Moreria en Altea, sobre 1860

Vinculado al entorno político del general Prim, fue representante de España en consulados como el de Emuy (Xiamen). Mas tarde viajó de El Havre a Nueva York en uno de sus últimos servicios para gestionar la fallida negociación por parte de Prim de la venta de la isla de Cuba a los USA, que no llevó a término al enterarse a su llegada del asesinato del general. Una vida azarosa de situaciones límite, que quizás debemos mirar con detenimiento en otro momento.

 

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