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miércoles, 29 de marzo de 2023

La Harinera del Grao en Valencia, un proyecto de restauración de VAM10 ARQUITECTURA Y PAISAJE

Se trata de un complejo proyecto de restauración iniciado en el año 2013 y que ha tenido varias fases de intervención, la última en 2017 que acabó en 2022, sobre un conjunto industrial que se fue construyendo en la primera mitad del siglo XX, y que sufrió varias vicisitudes, entre ellas una guerra civil que le afecto fuertemente.

Consta de varios cuerpos construidos en distintas épocas: Edificio de Harinera (1921), un primer edificio que se amplía en altura en los años inmediatos a su construcción. Instalaciones que tras la Guerra Civil se complementa, separado por un patio de servicio, con el edificio Burben (1941) que da fachada a la propia calle Juan Verdaguer, antiguo Camino Hondo del Grao. En los años ’60 se completa con un anexo perpendicular que amplía el edificio original y unos espléndidos silos, hoy desaparecidos. Las fachadas de sendos edificios, construidas en ladrillo, se han mantenido en el edificio original, y se han reconstruido en parte en la fachada Juan Verdaguer y la perpendicular este.  Las fachadas del patio del edificio Burben desaparecieron en el largo proceso de ruina del complejo. Se han podido recuperar la tolva principal del edificio Burben y otros restos dispersos en ambos edificios.

 

Tras la intervención de urgencia por parte del Ayuntamiento, dada la ruina inminente, se procedió a desarrollar un proyecto de “Consolidación estructural”, el cual estabilizó la ruina y permitió, tras la redacción de un complejo y difícil proyecto, recuperar la arquitectura dentro de un concepto que podríamos calificar “en proceso”, pues en él se continua con el proceso de vida que ha caracterizado al edificio desde sus inicios, adecuándose tecnológicamente en el tiempo su estructura, pero manteniendo el carácter de sus volúmenes y la presencia de su arquitectura en la ciudad.





El proyecto ha permitido adecuar su estructura, construir los nuevos forjados y estabilizar las fachadas supervivientes a la ruina. Su propuesta estructural permite resolver aspectos de estabilidad, resistencia al fuego y diafanidad propios de una estructura industrial, devolviéndole el valor que debe tener un BRL que valora una arquitectura industrial del siglo XX. La nueva estructura resuelve la estabilidad arquitectónica y permite los usos previstos en las condiciones de resistencia necesarias sin restar valor a la espacialidad de la propia arquitectura, proponiendo una estructura contemporánea que sustituye a la que en origen fue una estructura de madera, más tarde en acero y hoy resuelta en hormigón prefabricado, atendiendo al cambio tecnológico del momento y a las cualidades de permanencia arquitectónica de este patrimonio industrial.

Los cerramientos en ladrillo se restauran se restauran y reconstruyen en parte, dado el estado en que se encuentra la fachada sur del edificio, la que abría hacia los silos desaparecidos. SE recomponen ventanas, se tapian algunos huecos, dejando las huellas de los antiguos pasos , se reconstruyen lienzos enteros de fachada arruinados  e inexistentes, siguiendo los líneas de composición de la fachada, pero acabando estos cuestos con un material distintos, para así marcar la diferencia entre lo viejo y lo nuevo.  

 

Las fachadas inexistentes se construyen con muros cortina de aluminio con una composición seriada y sobre ellos se dispone de unas lamas a la manear de brisolei para proteger las orientaciones sur u oeste. Se construye una planta de instalaciones en planta de cubiertas del edificio anexo, la cual se perimetra de una malla y un panel de protección acústico.

 

El vacío del silo y de los espacios de trabajo se define con un jardín, una vez descontaminadas las tierras, y al fondo del cual un cuerpo de instalaciones completa los servicios necesarios al complejo: transformador, instalaciones contra incendios, cuartos de obras y almacenes de trabajo, duchas, etc. Una valla metálica de particular diseño cierra el patio posterior construida en acero galvanizado.

Los usos son los siguientes:

 Edificio Harinera

Planta baja: Zona compartida. Espacio diáfano, sin subdivisiones fijas. Zona de recepción. Pequeño almacén (para mobiliario de uso habitual en eventos, sillas plegables, mesas, pequeños sillones, paneles/biombos, etc.) Aseos. (La planta baja del espacio Harinera ocupa 2 niveles al tener doble altura)

 

Primera planta: Espacio a doble altura de la Harinera. Zona de aseos e instalaciones en la parte de la torre Oeste.  Segunda planta: Espacio colaborativo 1. Espacio diáfano, sin subdivisiones fijas. Zona pequeña de reunión informal/esparcimiento, separada pero lo más integrada posible. Zona de aseos en la parte de la torre Oeste. Tercera planta: Start-Up y Coordinación. Sala de reuniones (30-40m2) y Despacho direccion (15-20m2) como espacios cerrados. Resto zona con separaciones para crear espacios de entre 30-50m2 pero no cerrados. Zona de aseos en la parte de la torre Oeste.  Cuarta planta: Espacio colaborativo 2. Espacio diáfano, sin subdivisiones fijas. Zona pequeña de reunión informal/esparcimiento, separada pero lo más integrada posible. Zona de aseos en la parte de la torre Oeste.

Edificio Anexo

Planta baja. Cafetería, con salida independiente a la calle Peta San Martin y Aguirre y patio donde se ubica un Jardín bioclimático (uso de variedades autóctonas, sistema de riego eficiente, uso de materiales de construcción sostenibles para el mobiliario de jardín, etc.)

Primera planta: Aulas de formación. Espacio principal dedicado a formación, en el lado oeste, ocupando aprox. 2/3 partes de la planta. Divisible para poder disponer de hasta dos aulas de formación al mismo tiempo o un aula grande. El 1/3 restante dedicado a oficinas o despachos cerrados.  Segunda planta: Zona Maker/Hacklab. Área diáfana con numerosas conexiones eléctricas y de red. Pequeño almacén.

 Edificio Burben

Viveros / incubadoras de empresas.

Planta baja, con atención al público e información, más sala de trabajo.

Son espacios destinados a alojar empresas de reciente creación en fase germinal. El objetivo de los viveros de empresas es dar apoyo a las empresas alojadas para superar con éxito los primeros años de actividad y mejorar así la supervivencia de las empresas en el territorio.

Además de un espacio de calidad donde ubicar la empresa temporalmente con un precio bonificado, los viveros de empresas ofrecen otros muchos servicios de valor añadido, como servicios de acompañamiento y seguimiento de los proyectos empresariales (incubación del proyecto), acciones de formación, actividades de networking, apoyo a la gestión y programas de internacionalización.





















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