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lunes, 13 de mayo de 2019

El paisaje del Huerto de San Francisco en Altea a través de la obra de G. Palau, por Miguel del Rey


La actual iglesia del convento de San Pedro y San Francisco es el único cuerpo existente de lo que fue el convento franciscano que surgió al amparo de la antigua ermita de San Pedro, situada en la parte norte del arrabal del mismo nombre, en el extremo norte del denso poblado de pescadores, muy activo durante el siglo XVIII. Instituida la Orden Franciscana en Altea en 1728 y construido el convento en tierras de la hoy casi olvidada partida del Bol, una zona de fértiles huertas regadas por el Riego Mayor y en cuyas playas a lo largo del Setecientos y el Ochocientos, hubo gran actividad pesquera y de comercio marítimo.

            El convento se empezó a construir a partir de 1728, año en que se instalaron en dicha ermita los religiosos de Benissa, siendo muy prolongada la edificación del conjunto de sus instalaciones en el tiempo, ya que además de los elementos conventuales propios de estas instituciones: Iglesia, claustro, refectorio, cocinas, celdas y estancias del Prior, huerto y cementerio, disponía de hospicio y hospital, así como de espacios para docencia.

            El convento franciscano fue desamortizado tras las leyes de Mendizabal en 1835. La iglesia quedó como templo abierto al culto dependiente de la iglesia parroquial de Altea, mientras que el resto edificio paso a propiedad pública y los terrenos de los huertos fueron comprados por familias alteanas, compras sancionadas de excomunión por la Iglesia en aquellos momentos. A lo largo de 1968 se derribó el vetusto edificio tras años de abandono y en aras de un cierto concepto de modernidad, con el callado resquemor en muchos ciudadanos de que se estaba perdiendo algo muy propio, como indican algunos autores.

            El huerto jardín.-

            Se extendía al noreste del convento, entre un camino rural que lo bordeaba por el oeste y las tierras que daban ya a la playa en aquellos momentos. En el preciso dibujo de Francisco Ricaud de 1740, encontramos un jardín compuesto de pequeños cuarteles en forma cuadrada o rectangular, con algunas geometrías elípticas o circulares. En estos pequeños parterres se pueden entender perímetros de recorte que bordean algún árbol central, junto a arbustos en macetas que marcan los ángulos, definiendo un gran número de particiones posiblemente especializadas en plantas medicinales, olorosas o de puro disfrute.  En el plano vemos que de la acequia del Reg Major baja una importante hijuela hasta este punto, la hijuela del Bol que regaba el jardín a partir de un cajero dispuesto longitudinal desde el oeste del huerto. Alguna de las zonas del jardín, quizás más retiradas, estarían dedicadas a campo santo, pues son varias las referencias documentales de enterramientos en el convento, generalmente en el propio huerto, además de los que se hicieran en la propia iglesia.



Detalle del Plano de F Ricaud. "Altea y sus Contornos" Valencia, 1740

            Al fondo, hacia el noreste, el jardín se convierte en huerto, también subdividido en pequeños espacios; por el dibujo parecen existir variedades distintas de arbolado, pues el dibujo indica distintas texturas. Las tapias no se ven arboladas ni vestidas por vegetación, pero si atendemos a otros jardines culturalmente próximos, como el de Penàguila o el antiguo Huerto de la Barbera en la Vila, con quien guarda cierta similitud, podemos suponer que estas tapias de obra, estarían vestidas con arbustos olorosos y de elegante colorido.

            Más tarde, tras la Desamortización, paso a formar parte de huertos fragmentados, propiedad de las casas que abrían fachada a la actual calle Conde de Altea, y algún pequeño fragmento quedo propiedad de la casa Aynat, hoy desaparecida, con fachada a la actual Costera de Montcau, justo donde ahora abre la Avenida Rei En Jaume.
           
            Su iconografía.-




Izquierda: Paisaje del Huerto del Convento, Oleo, 1926. Col. Privada. Expuesto en "Genaro Palau, Un pintor de Torrent"- Torrent, Enero, Mayo 2019. Comisaria Ester Alba. Foto M del Rey

Derecha: Fresco de la Casa Mompó, hoy desaparecido. Foto remastreada por M del Rey, de un original de Luis Fuster.


            Pocas imágenes, salvo el elegante plano de Ricaud, tenemos del jardín, alguna fotografía desde Bellaguarda, pero poco más. Solo nos quedaba la imagen en fotografía de uno de los frescos perdidos de la Casa Mompó, el que nos sitúa en primer plano una palmera y al fondo el ábside de la iglesia. La exposición en Torrent de la Obra de Genaro Palau nos ha ofrecido más información. Por un lado se ha expuesto el óleo original, previo al fresco, el paisaje pintado para desde él elaborar el fresco de la Casa Mompó. Un cuadro, por cierto, muy similar al propio fresco.

          
Vista del antiguo Huerto de San Francisco. Col. Privada. Expuesto en la exposición "Genaro Palau, Un pintor de Torrent"- Torrent, Enero, Mayo 2019. Comisaria Ester Alba. Foto M del Rey

  A la vez se ha encontrado otro paisaje de gran interés: la puerta y la cerca del huerto. Una imagen en torno a los años 1925-26. Nos presenta el huerto en profundidad, cerrado, con la iglesia del Convento, su torre y su cúpula vidriada al fondo, donde se pueden ver varias palmeras que allí se encontraban. Huerto, que si bien pertenecía a alguna de las casas que se construyeron en su borde costero, dando fachada a la entonces nueva Carretera de Valencia - ya en uso a finales del siglo XIX- correspondería al propio huerto-jardín de San Francisco, o a un fragmento del mismo, tal como se compartimentara en la Desamortización. Es pues, la única imagen que tenemos de lo que fue un precioso huerto, ya casi 100 años después de haber pasado a manos privadas, pero aun conservando parte de su carácter original.

            Nota: parte del texto corresponde al capítulo dedicado al Convento de San Francisco en el libro “paseando por las Altea” M. del Rey, Valencia, 2016, pag. 357-361.







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