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lunes, 13 de abril de 2020

Una ciudadela renacentista en la costa. La Fortaleza de Altea a inicios del s. XVII, por Miguel del Rey


Una nueva ciudadela en la costa, sobre una acrópolis, en los inicios del siglo XVII 
*Fragmento de la ponencia titulada “La condición de lugar, una condición propia de las arquitecturas “a la moderna” en  la obra de los Antonelli”, presentada en el Congreso FORMED 2017 y publicada en Defensive Architecture of the Mediterranean: XV to XVIII Centuries, Vol. V / 2017, pág. 193


Ricaud F. Arch (1740) “Plano de la villa Altea y  sus contornos”. S.G.E., A.G. T3/C4J322.- Detalle de la ciudadela de 1617

En las trazas de la ciudadela de Altea podemos ver la intervención de nueva planta más importante en las costas de mediterráneo español en los momentos de cambio de estrategias militares entre el siglo XVI y XVII; ciudadela a la que se le otorga Carta Puebla en 1617. Fortaleza de trazas perfectamente adecuadas a las condiciones orográficas que ofrece una acrópolis, en parte escarpada, sobre la que se construye, ofreciendo una imagen potente, capaz de ser vista y parecer casi inexpugnable desde el mar.

No disponemos del plano original, pero si del encargo del estudio previo y ubicación de la nueva Altea, al que se une la afirmación de Eugenio de Llaguno (Madrid, 1829), incluyendo a la villa de Altea como una de las obras de Cristóbal Antonelli. Quizás en los archivos del Duque del Infantado pueda encontrarse más luz sobre el tema. Pero es evidente que Cristóbal Antonelli está tras la ubicación y la génesis de Altea ya que en estos años está trabajando en proyectos en el ámbito de la bahía de Altea y otras tierras del señor de Palafox, construyendo las torres de la Galera en Altea y la de Moraira, (Banyuls, A. 1996)

Respecto a mantener Altea la condición señorial, a pesar de las recomendaciones del vicecanciller Frígola y del propio Consejo de Aragón, partidarios de ser tomada por el poder real, hay que señalar que esto no fue atendido por el rey, quizás por el rapidísimo ascenso entre la aristocracia del señor de Ariza: su  marquesado fue concedido por Felipe III, junto al nombramiento de Grande de España, condiciones estas que avalan conservar el carácter señorial de Altea, y la acción positiva de la Señoría apoyando la construcción de la nueva ciudadela.

Con ello puede entenderse que, dado el montante de la intervención, la Señoría intenta buscar soluciones ajustadas económicamente para resolver diseño y construcción; y así, tenemos en la construcción de la ciudadela y sus murallas, una propuesta de bajo coste, aunque con unas trazas de muy buena calidad, siguiendo en cualquier caso  los requerimientos dadas desde el Consejo de Aragón para la Nueva Altea, las cuales se resumen en las propuestas siguientes: 

1.-          Número de pobladores capaces de la autodefensa “... se haga un pueblo de quinientos vezinos ... en una costa inhóspita .. dado el miedo a las ordinarias invasión corsarias...” 
2.-          Valorar condiciones de utilidad militar y económica capaces de dar beneficio a la Corona, a los colonos y defender la costa (... y se aumentará el real patrimonio , miedo los muchos moradores que acudirán y ser la tierra fértil, en más de seis mil ducados cada año, ...)
3.-          Contribuir a la defensa de la costa de manera activa y dentro del sistema general que completan la estrategia (.. que se fortifican las Torres de Altea y Benidorme, con que quedará guardada la costa y todo el Reyno ...)
 4.-         Decantarse por un modelo eficiente, abandonado Bernia, dada su obsolescencia ante la nueva situación geopolítica, que aumenta tras la expulsión morisca 1609 (... quedará guardada la costa y todo el Reyno, y sume Md. Ahorrará los 4 mil ducados y mas que se gastan en el castillo de Bernia, que no es de provecho...)
 5.-         Valoración económica y estratégica de la costa alteana, solicitando la condición real para la nueva población (...tiene puerto y abundancia de aguas, hazen cada día allí los Moros de mar y tierra los malos y Daños que aquí se fía, los quales se remediar Tomando sume Md. para si este termi y Dando recompensa al posseedor, conforme a lo que le lava, que será como 400 escudos, ...)
6.-          Proteger con murallas al nuevo asentamiento. “…Sitios y suelos para las casas y hazerles la muralla de tapia que no costara de seis mil ducados llega, ...”
 (13) .- Del Pardo, 2 Dezembre 1587

Naturaleza de las fábricas y otros elementos de la arquitectura de la ciudadela alteana.-

La economía de medios la encontramos en los materiales de la obra civil: mamposterías combinadas con argamasa de cal y arena con escombros, tal como proponía Juan Bautista. El "terraplenar" y los sillares que proponía el Gonzaga, sólo se usan en los cuerpos singulares (castillo, puertas, edificios singulares, como Senyoria, Casa del Comú, etc.). La argamasa con aglomerantes de baja calidad, combinadas con mampostería careada y en forma de sillares, forman la cara externa de la muralla hasta una determinada altura, como podemos ver en algunos trozos de las fábricas originales.

Encontramos en la sección de las murallas una condición propia de estas estructuras defensivas que han de soportar el ataque de la artillería. Las secciones de la base tienen unas dimensiones importantes, alrededor de las tres varas valencianas, entre 220 y 250 cm de ancho, que se levantan en talud hasta el adarve donde la sección baja a los seis o siete palmos valencianos. Sobre el adarve se elevan, tras el paso de guardia, los muros de los cuerpos superiores de las casas dispuestas de espaldas a la muralla, definiendo así el tipo de muralla en la manera de "casamuro". Esta sección, incluye un cuerpo basamental que define el plano de tierra formado por un sistema de muros con bóvedas de cañón, encofradas en obra de "tapia", cimbras muy pobres, sobre las cuales se construyen las casas. Sistemas de bóveda que estabilizan perfectamente la estructura de la muralla, y permiten absorber los posibles esfuerzos horizontales del fuego de artillería.

Materiales producidos en los hornos cercanos a la villa. La cantera de las Rotes o Bellaguarda, está inmediata a las murallas, y en ella tradicionalmente han existido hornos de cal. El mismo material de yeso se encuentra en el mismo cerro donde se levanta Altea. Quizás la toponimia del "Fornet", el barrio situado extramuros de la villa, pudiera darnos razón de estos hornos cercanos a las canteras de las Rotes, y en las fábricas y muros que se levantaron para construir el pueblo

Otra de las condiciones de esta ciudadela es el ajuste de sus trazas a la orografía de la acrópolis de la colina sobre la que está construida, y la utilización y la utilización de los cortes del terreno y sus encrespadas laderas, que eliminan la posibilidad de ser escaladas por determinados flancos, evitando en estos lados la existencia incluso del adarve, el cual se dispone sólo los muros que nacen a nivel del terreno, en las vertientes norte y de levante.

Observamos que pese a haberse ignorado en la mayor parte de los estudios sobre las fortificaciones del renacimiento español, Altea es una ciudadela que reúne precisamente todos los elementos propios de una intervención propia de la época y quizás de las más atractivas en estas consideraciones de proyectos a la manera moderna en los tiempos de cambio entre los s. XVI y XVII.

La forma de la ciudadela, el trazado de sus calles, los lienzos de muralla, bastiones, etc, han ajustado sus formas y trazas a la geografía física de la colina, definiendo una planta irregular y disponiendo los elementos defensivos en los puntos estratégicos para la defensa,

                                          Detalle del Bastión de la Senyoria de Altea y de la Casa del Común. 
                                     Aproximaciones del autor a partir de las trazas de del plano de de Ricaud
Vista y descrita la forma y naturaleza de esta muralla en "casamuro", podemos ver además de la traza, la sección primigenia y fragmentos del paso de guardia en algunos puntos, así como dos de las puertas de entrada a la villa. Sobre el resto de los elementos podemos indicar:
A.-          El Castillo, ubicado en el lado extremo meridional de la fachada oeste defendía el lugar más accesible del perímetro: una zona plana que prolonga la loma del cerro y donde se sitúa la puerta de Polop. La estrategia de diseño era una reducida "cortina" flanqueada por dos baluartes con fuego cruzado a ambos lados; uno perteneciente al mismo castillo con varias bocas de fuego a diferente altura, mientras que el otro se trata de la misma punta aguda de la muralla, configurada a modo de baluarte, aún hoy existente. El conjunto es pues un sistema clásico muy eficaz y tradicional en los manuales.
B.-          Diametralmente opuesto al castillo existía otro baluarte, la casa de la Señoría, emergente de los lienzos de muralla. Una pieza de gran dimensión y planta ligeramente romboidal, tendiendo al ángulo recto. Un baluarte que albergaba funciones diversas: alojar la casa de la Señoría, defensa sureste de la ciudad, y proteger la aguada del río Algar. El río se batía por el norte desde los cañones de la torre de Cap Negret, y por el sur desde la cubierta del baluarte de la Senyoría.
C.-          Un tercer elemento de menor eficacia militar, aunque bien dispuesto, se trataba de una casamata cubierta a dos aguas. Era la casa del Común, pequeño baluarte prismático emergente de los lienzos de muralla, capaz de defender por aspilleras los lienzos de la muralla.
D.-         Una torre dispuesta en diagonal en la esquina noroeste defendía la puerta de Valencia en el aún existente Portal Vell.

Corolario
Encontramos en la Altea de finales del siglo XVI e inicios del siglo XVII una actividad constructiva de especial relevancia, producto de las diferentes políticas de defensa de la costa en esta frontera hispánica en el Mediterráneo. Una nueva ciudadela fortificada, en sustitución al fuerte de Bernia, apoyada por un sistema de torres de vigía que completan lo indicado en los memorandos e informes de los diferentes ingenieros reales, realizados a partir de una visión general del territorio.

Tanto en el fuerte de Bèrnia, como en la más tardía Nueva Altea se hacen realidad los preceptos que se han ido gestando en el pensamiento de estos arquitectos militares de la saga de los Antonelli. Juan Bautista entre los años 1562 a 1580 aproximadamente y su sobrino Cristóbal Grarabelli Antonelli, que prosigue su labor a partir de 1580, siguiendo conocimientos y dictados de su tío Juan Bautista y del virrey Vespasiano Gonzaga, que conoció en su juventud.

La ciudadela de Altea es el ejemplo más importante y desconocido de una ciudad de nueva planta renacentista en la costa mediterránea española; una ciudadela que se adecua a las consideraciones "a la moderna", atendiendo además a un concepto nuevo: la condición de lugar, que marca decididamente la forma de la arquitectura y la naturaleza de sus defensas. Ejemplo de los frutos de aquella fecunda colaboración de la saga de los Antonelli y el conocimiento en estas artes de la defensa y la construcción de Vespasiano Gonzaga.

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