viernes, 25 de junio de 2021

Castillo de Bellaguarda en Altea, por Miguel del Rey

 Castillo de Bellaguarda- Arquitecturas ausentes. Altea *

*Publicado en el libro "Paseando por las alteas" M. del Rey,Valencia 2016. 

    Plano de la Villa de Altea F. Ricaud- Valencia 1740

Los restos de la Torre de Bellaguarda y del Castillo que se construyó en su entorno se asentaron sobre una antigua alquería islámica transformada a partir de 1383 en el núcleo cristiano de Altea, manteniendo el nombre de Bellaguarda -en ocasiones Altea en la documentación del S. XVI- denominación que se alterna en la cartografía, en función de las escuelas respectivas, como vemos en el primero de los planos generales del Reino de Valencia previos a la refundación de Altea, el plano “Valentiae Regni Olim” de A. Oertel-Amberes 1585 y las copias sucesivas.

        

La torre y el hábitat amurallado circundante ocuparían un espacio cuadrangular, en torno a la actual plaça de la Cantereria, posiblemente rodeado de otras construcciones o bien un recinto más amplio en torno al castillo, cuestiones éstas a falta de estudiar por los arqueólogos. El molino de Bellaguarda pertenece a la lógica de la colonización alteana de esta época, situándose muy cerca de este asentamiento. El conjunto del castillo de Bellaguarda incidie fuertemente en la estructura parcelario que aún podemos apreciar en la zona, cuyos orígenes documenta perfectamente F. de Ricaud en 1740. En su dibujo podemos entrever los restos de lo que fue el castillo cristiano y distinguir un promontorio interno que quizás fueran los de la torre en estado ya de ruina, a no ser que dicha torre coincidiera en su base con alguno de los cuerpos allí dibujados. También puede tratarse de la acumulación de material del antiguo horno de alfarería -la cantereria- que hubo hasta época moderna en el lugar.

En el año de 1563 se cita Bellaguarda en el “Discurso sobre la fortificación y defensa del Reyno de Valencia” que redactaron el Mestre Racional y Juan Bautista Antonelli al rey Felipe II con fecha de 30 de Marzo de 1563. Se indica en dicho documento la necesidad de artillar a la denominada “fortaleza” de Altea (Bellaguarda) con piezas capaces de defender desde el Albir a Cap Negret, combinando con Benidorm la defensa de la Sierra Gelada. Dedica unos párrafos a las dotaciones necesarias para completar la defensa: “La fortaleza de Altea (Bellaguarda) se pondrá a mejor defensa de lo que está y se proveerá de artillería como se esta dicho .....Altea de un cañon pedrero y cuatro morteretes y diez mosquetes”. Para más adelante indicar: “En la fortaleza de Bellaguarda se le haran los tres baluartes y foso como esta traçado y se proveera de un cañon pedrero que alcance a Jaedor reducto de enemigos y de mas muniçion para tirar y poveeran ruedas exes y cureñas de respecto para las pieças que alli ternan”. El castillo estaba defendido “con doce hombres que enviaba el Valle de Guadalest” que tenían obligación de reconocer a diario la playa desde la Pedrera y hasta el Albir para evitar o anunciar la presencia de bajeles moros…”.

 

Actual torre de Bellaguarda. Una reconstrucción ahistorica

Si bien la documentación escrita es precisa a lo largo del S. XVI, no existe documentación gráfica, de hecho, no hay constancia de que se construyeran baluartes y fosos como allí se indica, aunque en obras actuales en la zona, se pueden apreciar algunos muros con cierto carácter y altura respetable en la parte noroeste de la Plaza de Cantereria. En 1990 se efectuó una reforma profunda de la plaza, incluyendo una “reconstrucción” no histórica de la torre, levantando el mirador que hoy podemos ver.