domingo, 3 de marzo de 2019

Los corrales, una estructura exenta o vinculada a la granja agraria, por Miguel del Rey

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Corral en Aitana. Foto de Juan Galiana.
Podemos ver un corral básico aislado en el campo, formado por los dos elementos básicos, un gran patio (ras) y un cuerpo cubierto adosado a uno de sus lados (cobert)
Los corrales en la arquitectura rural valenciana
Separata sobre la arquitectura del corral de ganado, incluida en la última edición -en proceso - del libro ARQUITECTURA RURAL VALENCIANA

Ciertas arquitecturas del mundo rural mantiene unas relaciones particulares con la granja agraria; edificios que en determinados momentos de la historia han albergado incluso a la propia casa campesina o pequeñas granjas, es el caso de los corrales. Estructuras sencillas formadas por dos cuerpos con mayor o menor complejidad, un patio (ras) y unos cobertizos (cobert), que pueden ocupar uno o varios de los lados del patio. Estructuras muy similares a las que encontramos descritas como vivienda en el caso de las casas de época islámica. 

Forma el corral un cuerpo canónico dentro del repertorio de construcciones agrarias que forman parte de éste mundo campesino y ganadero valenciano; tipo que encontramos de manera estable ya en los siglo XVI y XVII, bien como edificio exento o como estructura adosada a la granja agraria de secano  generalmente, aunque esta presente y vinculada con la alquería en muchos ejemplos. Corrales que en estos siglos, y hasta inicios del siglo XVIII, tienen un importante auge en las tierras valencianas y que encontramos a lo largo de todo su territorio, con especial intensidad en las comarcas interiores.

Los corrales en la actualidad son arquitecturas abandonadas, quizás las más ignoradas entre las muchas construcciones obsoletas en un mundo donde lo agrario y ganadero ha soportado una revolución en los últimos cien años. Neveras, casetas de pastor, cucos, cabañas, corrales, barracas, cultura en general de la piedra en seco,  han sido relegadas a un estadio más allá de la memoria.

Tipos de corrales, según Miguel García Lisón.
(García Lisón, M. 2000, 53)

Los corrales no solo eran arquitecturas o espacios acotados adecuados a la explotación ganadera, también fueron lugares, en ocasiones vinculados a las ventas y posadas, a los puntos de guarda, intercambio y refresco de caballerías y ganado. Aislados en las serranías o a los itinerarios generales de caminos, donde se hacían relevos de caballerías, donde habían mulos y caballos de refresco para completar las recuas, los correos, o los propios medios de viajeros que recorrían el territorio en tiempos pasados. 

La Casa de Tros dels Marins en Benissa.
Planta general y en negro cuerpos de época original. Banyuls, A., Pastor, J.  Canelobre, nº49, 112.

Una de los lugares donde más se han estudiado estos corrales es precisamente  la Marina, y en concreto en las llamadas “Cases de Tros” de Benissa (BANYULS, A. Y PASTOR, J., CANELOBRE, Nº49, 2004), unas casas que surgen en el siglo XVII como respuesta a una primera colonización del territorio tras la debacle poblacional  que significó la expulsión de moriscos, y una vez repobladas las tierras por nuevos pobladores mallorquines y también aragoneses y catalanes, que asentados en los núcleos agrupados, poco a poco retoman el pulso económico con la ganadería como base, construyendo casas con corrales en lugares distantes de los seguros núcleos agrupados, en un territorio hostil, plagado de peligros y azotado por la piratería berberisca. 


Las aportaciones y el análisis en los estudios monográficos sobre la casa en Benissa, que nos ofrecen Antonio Banyuls y Joan Pastor en su excelente estudio "Les Cases de Tros en Benissa", dan a conocer los orígenes de una arquitectura que transformó la estructura agraria del territorio y nos acercan a la importancia de los corrales y la ganadería en los siglos XVII y XVIII. Nos dicen precisamente: “… aquesta activitat emergent (la ganadería), sobretot entre el segles XVI y XVII, va afavorir la construcció de corrals , estructures elementals  destinades als tancaments i protecció dels ramats, en aquests indrets de terres ermes, situades prop de la muntanya i la zona vessant litoral al terme de Benissaun fort desenvolupament per damunt de l’activitat agrària… d’escasa població fins el segle XVIII.” 

 Corral en Castell de Cabres. El cuerpo construido se adosa a un desnivel y permite albergar el cobertizo del corral en planta baja y el almacén de paja o grano en planta alta, al nivel de un posible plano de trilla. Foto MdR.


Hay que tener en consideración que a lo largo del siglo XVII, tras consolidarse una cierta estabilización social que permite la colonización de amplias zonas del territorio al aumentar poco a poco la población en la Marina, se observa un importante incremento de la ganadería como sistema de explotación del mundo rural. Los corrales en el campo, las masías ganaderas, empiezan a colonizar el territorio y se estabiliza un esquema arquitectónico, que precisamente reproduce esquemas muy similares a la casa patio, quizás por ser un sistema conocido, ya posiblemente usado par estos fines, y de fácil adecuación, tanto como cuerpo exento o adosado a la masía.

Podemos ver como aumentan los corrales aislados en La Marina, a la vez que las masías incluyen corrales adosados a sus casas; masías que en origen tienen como principal recurso la ganadería. Cuestión que más tarde traerá graves conflictos cuando la agricultura quiera a su vez colonizar un territorio en origen ganadero, con fuertes tensiones entre ambos mundos, el ganadero en retroceso en el siglo XVIII y el potente impulso de la roturación de tierras, de construcción de aterrazamientos y retroceso del bosque en aras de un campo cada vez más rentable y necesario, dado el fuerte impulso de crecimiento demográfico del 700 y la rentabilidad de la producción agraria, en un mundo cada vez más estable socialmente y capaz de ser cultivado con esmero. Temas estos de enfrentamientos que se están estudiando en la actualidad en el término de Xalò por Jaume Noguera. 

La relación del corral con la casa mantendrá en origen unas relaciones de adicción, para más adelante, una vez conocidas y asumidas perfectamente los cánones de cada uno de los cuerpos en la granja agraria, mantener otros tipos de relación más sofisticada, como son las relaciones de yuxtaposición entre casa y corral, como es el caso de la Casa de la Calalga en Calp, donde el corral se inserta dentro del volumen de la casa incluyendo en la segunda de las crujías de la casa el propio cobert del corral. Adecuando el ras como el patio posterior de la masía. Yuxtaposiciones que también veremos más adelante en los riuraus en la misma zona, ya en tiempos más modernos. 

Con el tiempo, si bien se configura como una arquitectura aislada en el campo, en las montañas, en los valles de la costa y el interior valencianos, construidos estos corrales con mayor o menor dimensión. Se establece como una pieza del repertorio arquitectónico rural capaz de ser sumado a otros y junto a ellos construir parte del complejo sistema que forma la granja agraria, sea una masía o una alquería de mayor o menor importancia. Con el tiempo la ganadería se mantiene como un complemento más de la explotación rural, quizás no con la intensidad de los primeros tiempos de esta segunda colonización del siglo XVII, eclipsada en parte por el renacer de la agricultura y la puesta en servicio de grandes extensiones de tierra de labor a lo largo de todo el siglo XVIII y XIX.  

La materia con la cual se construyen los corrales es la mampostería, a partir de la cual se construyen cercas y construcciones cubiertas. La cubierta se construye a un agua vertiente hacia el interior del gran patio, del ras; será la solución habitual, con una crujía adosada al muro, o formando un ángulo y ocupando los cuerpos cubiertos dos de los lados. 

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