domingo, 1 de octubre de 2023

Caracterizadores del paisaje. La Partida de Dalt en Campanar. Valencia 1/2. Por Miguel del Rey

 Caracterizadores del paisaje. La Partida de Dalt en Campanar. Valencia  1/2

Resumen de la conferencia desarrollada como invitación en la Semana Cultural 2023 de Campanar


La Partida de Dalt de Campanar es una de nuestras huertas históricas en Valencia. Un fragmento de nuestra historia rural que mantiene vestigios desde época tardomedieval, configurada ya en el siglo XV nos presenta un rico repertorio de elementos que se prolongan hasta los inicios del siglo XX. Vamos a tratar, en esta exposición en Campanar, los elementos caracterizadores del paisaje.

Una huerta que ha sido laminada en parte por la ciudad con muy poco respeto, pero que poco a poco, sus restos se van recuperando en una regeneración social y buscando una relación amable con la ciudad

La Partida de Dalt se gesta con el inicio del sistema de acequias que configuran la Huerta de Valencia . Se riega por tres de ellas: Tormos, con varias Filas que salen aquí, Mestalla y Rascanya. Cauces que se alejan para regar amplias zonas, pero que en sus Brazos y Filaes: Bras de Petra, Tragador de Dins, o Tragador de Fora, crean una tupida red de riego, hoy en gran parte subterránea o cegada por el crecimiento de la ciudad, como podemos ver en este fragmento del plano de acequias del profesor Enric Guinot

Precisamente el situarse esta Partida de Dalt, tan en cabecera de las acequias históricas, hace que fueran tierras muy preciadas, tanto por la aristocracia y las ordenes religiosas, que situaban allí alquerías y molinos, pues además de ser más limpia el agua, esta no faltaba en estos puntos. La huerta aristocrática medieval y renacentista, junto al poder de la iglesia, deja sus nombres en la zona y los podemos ver en la toponimia histórica que en parte se ha mantenido hasta hoy día: Molí dels Frares de Santo Domingo, Alquería de San Pablo, Molí de Marquesa, Alquería del Conde del Conde de Parcent, etc…

El plano de A Cassaus de finales del s XVII, copia el que en 1590 hace Asacensio Duarte: este interesante documento indica una huerta de Campanar densa en molinos en la actual Partida de Dalt  y alquerías un poco más al sur; algunas de las cuales han llegado en su nombre hasta nosotros: Moli de Llovera, Moli dels Frares de Santo Domingo, el Batan

El sistema de acequias, junto al sistema parcelario, es quizás la base del sistema de caracterización de la huerta, a ello se han de incluir los caminos y las alquerías, además del elemento humano.

 Las acequias y su vinculación con el río es el primer paso para estudiar el sistema de la acequia, basado en el azud, el cajero, los brazos, “rolls” y “filloles” y por supuesto los partidores. En esta Partida de Dalt tenemos  un primer sistema de bienes patrimoniales: son los azudes.  De entre ellos tenemos tres en uso, unos más o menos distanciados de la Huerta de Campanar, pero en la misma cabecera de la acequia. Los que están en uso son los de Moncada ( algo alejado), Tormos y Mestalla, mientras que el de Rascanya esta destruido y no sé bien en este momento, pero su situación era terrible hace unos años. Son por lo general azudes típicos, una retención del agua que obliga a decantarse hacia una acequia, mientras el agua sobrante rebosa y sigue por el río. Una compuerta permite y regula la entrada, con un canal de aguas sobrantes que la vuelven al río.

El paisaje de estas acequias esta hoy en muchos casos condicionado por los cajeros, otro de los elementos caracterizadores. En la actualidad muchos de ellos de hormigón, por lo que difieren de los antiguos cajeros de tierra que iban acompañados de vegetación de ribera, lo cual ofrecía una presencia volumétrica de la propia acequia en el paisaje. Así podemos ver una diversidad de paisajes de gran interés en las distintas acequias y en diversos tramos. Podemos ver escenas de paisajes de las acequias de Favara, Rascanya, Moncada, etc…



Otro de los elementos caracterizados del paisaje son los molinos, en cabecera había muchos de ellos, como nos indican los planos históricos, y como podemos ver en la documentación que podemos analizar en los archivos. Como este plano para la concesión de un molino en la Fila de Campanar, con desagüe en la acequia de Mestalla, situado muy próximo a la altura del existente de Llovera, no creo que se refiera a él, aunque es muy similar y su ubicación muy próxima. Quizás un molino que nunca se construyó. Este documento nos permite analizar cómo se entendían los molinos en los inicios del siglo XIX. 

Se trata de una solicitud de nuevo molino que toma aguas de la Fila de Campanar, de la acequia de Tormos y vierte, por lo que puedo observar en un Bras que vierte en la acequia de Mestalla. La solicitud implica la construcción de una acequia de nueva traza que une ambos brazos. La arquitectura es muy similar a la que nos ofrece el Moli de Llovera, en la remodelación de inicios del s XIX, con dos muelas y un partidor de dos bocas. Un tercer paso posiblemente para aliviar la acequia en el momento de no usar el molino.

Se muestra un plano del sistema de acceso del agua por un partidor a los cárcavos a la caja de muelas, donde los cacaus, las palas hacen girar el eje que se vincula a la muela giratoria. Tras ello el agua sale por el socaz. Un partidor típico es el que mostramos, es de dos ruedas y corresponde al Moli de Vera.  Silleria, desnivel, estrechar la sección para aumentar la velocidad y ello que permita el giro de las palas.

Otro de los elementos perdidos son los propios del transporte en cada momento, en este caso podemos ver una recua de mulos llevando los sacos de harina de uno de los molinos de la zona, el dels Frares, como veremos más adelante.

Los molinos de Campanar

El moli de Llovera, en la partida de Dalt de Campanar. Está construido sobre la fila de Campanar de la acequia de Tormos, y al lado del Molí dels Frares de la acequia de Mestalla. Se llega al lugar por el camí de la Partida de Dalt, accediendo a él por al lado del cementerio de Campanar, junto a la alquería de Lleonard

Aunque sus orígenes se remontan al siglo XV, el actual edificio corresponde a una alquería rural de la segunda mitad del siglo XIX. Consta de una nave rectangular, transversal al cajero de la acequia y dotada de dos crujías separadas por pilares. Tiene dos alturas y una cubierta de teja a dos aguas que caen sobre las dos fachadas principales

La parte más cercana a la acequia era el molino y la más alejada la vivienda. Ha sido remodelado en época recientes y no conserva la disposición tradicional de la sala de muelas, donde existían dos de ellas. Conserva una esbelta chimenea de ladrillo correspondiente a la instalación de un motor de vapor a principios del siglo XX para aumentar la capacidad de trabajo del artefacto molinar, se presenta un croquis publicado por Carmen Cárcel-Garcia y otros.

 El Molí del Sol, también en Partida de Dalt de Campanar, aen el límite septentrional del Parque de Cabecera, junto al viejo cauce del Turia. Está construido sobre la acequia madre de Rascanya y era el primer molino de este sistema. Construido en 1880, fue el último molino hidráulico construido no sólo en la acequia de Rascanya sino en el conjunto de toda la Huerta de Valencia.

Edificio de una planta constituida por dos naves en forma de “T” de las cuales, la principal, donde está la puerta de acceso y estaba la sala de muelas, es transversal al cajero de la acequia, mientras que la segunda es paralela a él. La primera nave consta de dos crujías sustentadas por pilares y una cubierta a dos aguas, de teja, y dispone de varios vanos enrejados. El resto de las dependencias eran la vivienda, almacén y corral anexo

Las dependencias municipales han rehabilitado el edificio, que conserva restos de la estructura hidráulica y en el que se ha respetado su sistema estructural.

 

Molí dels Frares o de Santo Domingo, en la partida de Dalt en su límite oeste hacia el término de Paterna. El molino se encuentra actualmente al fondo del camino que lleva hasta el río desde el camino del Cementerio de Campanar. Lugar propio de molinos y de las mejores huertas regadas con el agua directamente cogida del río.


Sus orígenes se remontan posiblemente al siglo XV, y de él se conserva parte el actual edificio, que en la planta alta conserva grisallas y escenas de batallas con una interesante vista del sitio de Salses en el Rossellón, con unos dibujos del s. XVII

El edificio consta de dos crujías paralelas a fachada y cubiertas a un agua vertiente a fachada principal. Las líneas de carga son pórticos, distinguiéndose arcos apuntados en fachada y arcos de medio punto en el muro central, formando ambos una estructura muy diáfana en origen, casi a la manera de lonja, que con el tiempo ha ido cerrándose y formando planos más opacos

Tiene una planta superior, donde posiblemente en la primera de las crujías se encontrarían dependencias de habitación del molinero y en parte de almacenamiento, espacios donde se sitúan las pinturas

En el edificio podemos distinguir un sistema de arcadas apuntadas de trazas góticas, construidas en ladrillo, posiblemente propias de una lonja de trabajo previa a la sala de molienda.  Ello nos sitúa en una tesitura muy interesante al poner en valor la existencia de estas lonjas de trabajo abiertas por porchadas, a las cuales no se ha dedicado demasiado interés en el estudio por historiadores y arqueólogos.

Porchadas similares, siempre entendidas como espacio económicos de apoyo agrario o industrial en este caso,  las que encontramos en la Alquería del Moro, o en la Alquería de Barrinto, también en la misma época

El molino ha tenido grandes transformaciones, siendo la más importante la que se puede centrar en el S. XVI o XVII, época a la que corresponden otra de las cuestiones que lo distinguen particularmente: Las grisallas. Dibujos con escenas de batallas y de trasporte de grano a los ejércitos (1642)  en la guerra contra el francés en la Fortaleza se Salses, para reconquistar el castillo español, las tropas de Felipe IV lo cercan  y en esa escena aparecen los sacos de harina del Moli dels Frares.


En las plantas intermedias se resuelven con vigas de fuerte escuadría, aproximadamente 27 cm de anchura, con bordones tallados en los laterales de dichas vigas, y bóvedas de ladrillo de 80 cm de luz.

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