Un “Jardín de Jardines”
Sobre el entorno del Jardín
Botánico y su posible ampliación
Por Miguel del Rey. Arq. y coautor del Jardín de Hespérides.
Publicado en "Levante" 09-03-2016
El jardín Botánico de la Universitat de València es uno de los mejores
jardines botánicos europeos y por supuesto un lujo para nuestra ciudad. Su
presencia marca el carácter de una parte de la ciudad y es uno de los pocos
lugares donde existe una transversalidad visual entre dentro y fuera del Centro
Histórico. La opción de liberar los solares de Jesuitas fue una oportunidad
única de conservar la visualización del arboretum y esta perspectiva urbana desde
el río. La lucha social, el empeño de grupos concienciados por el devenir y la
calidad de vida de Valencia, y el esfuerzo económico de la ciudad por liberar estos
solares es ya un hecho.
Una vez establecido el marco paisajístico y el ambiente cultural que
propicia la presencia del Botánico, además de la capacidad investigadora propia
de la institución, parece que está en la palestra su posible ampliación. Para
ello se juega con dos elementos básicos: la presencia de una alquería histórica
y de su parcela colindante, propiedad de la Universidad, y la existencia de un
jardín de colección, el Jardín de Hespérides, como jardín temático de agrios
que proporciona un amplio muestrario de
variedades de árboles en tierra, maceta y espaldera. Jardín colindante con el
jardín histórico, premiado en bienales de paisaje y valorado por las guías
especializadas españolas y extranjeras.
Una posible ampliación del Botánico sería posiblemente muy bien vista
por la sociedad valenciana y para ello se dispone de una estructura urbana
capaz de resolver este reto, pues se conserva en el borde oeste del Botánico,
una de las pocas calles supervivientes de lo que fueron la calles de la Valencia
barroca que nos mostraba el plano del Padre Tosca: la Calle Beato Bono, una de
las pocas calles de tapias que sobreviven en la ciudad, y a través de la cual
se ha resuelto el acceso al Jardín de Hespérides y se ha mantenido la posible
interrelación espacial con el Botánico, si de ello hubiera voluntad.
Entendemos que el complejo del Botánico debe tener un tratamiento
integral donde convivan sociedad y universidad, ciudad y cultura. El jardín
histórico merece especial valoración y el entorno urbano colindante es de una
calidad excepcional: la iglesia de Jesuitas, San Sebastián con la cúpula del
Padre Tosca y el propio Jardín de las Hespérides. Quizás ese tratamiento
integral y esa nueva relación con la ciudad pueda venir de un nuevo concepto,
la idea de un “Jardín de Jardines”, conservando el ámbito histórico como
recinto particular, incorporando nuevos ámbitos, cada uno de ellos con un
carácter determinado, de manera que algunos estuvieran en abierto, mientras que
otros necesitaran de un control de acceso más restringido, pudiéndose cerrar el
conjunto por las noches. La estructura se articularía en torno a la calle Beato
Bono, eje desde el cual se podrían relacionar todos los jardines, manteniendo
entre ellos cierta autonomía.
El nuevo sistema se podría entender a la manera de racimo o de “cluster”,
donde unos espacios, unos jardines, tendrían una relación inmediata; es el caso
de la alquería dieciochesca, rodeada de jardín, donde poder ubicar la
pretendida colección de historia natural vinculada al Botánico; el propio
Jardín de Hespérides estaría en el mismo caso. Otros espacios tendrían una
relación particular, siempre fácil a través de la estructura urbana ya
existente, sería el caso del resto del solar de Jesuitas, donde se podría
construir un nuevo jardín, siempre vinculado por el eje de Beato Bono con
acceso también desde Gran Vía.
El jardín histórico se mantendría con el estatus actual, propio de una
espacio casi sagrado; el resto de jardines, siempre acotados y limitados,
cerrados de noche, deberían completar las colecciones del Botánico, pero
podrían tener un uso en abierto, o con un carácter distinto. Con ello quedaría
la posibilidad de ir sumando espacios en el tiempo, las pistas existentes en
las instituciones colindantes podrían en un futuro incorporarse a este sistema
de “Jardín de Jardines”, especializados y articulados por Beato Bono. Con ello,
esta calle, además de dar un gran servicio a la ciudad y al Botánico, nunca perdería
su condición de “calle de tapias”.