lunes, 28 de enero de 2019

Un Lugar en la Huerta, por Miguel del Rey. Publicado en "Las Provincias" 27-01-2019


La Alquería de Tronaes es una alquería dieciochesca situada en un entorno marcado por la presencia de las grandes infraestructuras que bordean a la ciudad por el sur. Un lugar de la huerta, hoy en ruina, que como la propia alquería forma parte de un paisaje al que desafortunadamente, nos estamos acostumbrando. Hace poco tiempo fue un enclave atractivo, con vida, en el cual se daban cita alquería, barracas, acequias, caminos, que estructuraban el territorio histórico de la huerta.

No tuvo suerte el lugar, las grandes infraestructuras le alcanzaron de lleno: el nuevo Cauce y las autopista marginales, la ronda Sur, la Fe, las vías del tren… para qué decir, su destino quedó marcado y la ciudad no tuvo clemencia con el lugar. Aún recuerdo el viejo camino de las Escuelas de Malilla, con una controvertida barraca, eso sí, sin demasiado interés, pero que atrajo la mirada de instituciones y de algún que otro ciudadano inquieto. Ello la hizo incorporarse al Catálogo de Bienes Patrimoniales del Ayuntamiento, como a la Alquería de Tronaes. En el caso de la barraca le apoyaban el trazado del camino, la presencia de un entorno poblado con el atractivo de una vida rural a las puertas de la ciudad, más tarde el abandonado, después marginal, hoy en ruina.

jueves, 24 de enero de 2019

La Alquería de Baix, en el Camí Vell de Torrent.- Valencia. Por Miguel del Rey


La alquería de Baix, una de las más antiguas alquerías de la huerta de Valencia, presenta a su vez una de las plantas más enigmáticas de la Huerta. Su configuración, indisciplina estructural, la columna de bella traza que allí encontramos, etc, hacen de ella un raro objeto de interés en el panorama del clasicismo rural valenciano.


El edificio está compuesto por cuerpos de construcción cubiertos a un agua y articulados entre sí con una relación que podríamos denominar aditiva. Similar a la estructura que encontramos en la desaparecida alquería del Fesol de Beniferri. Cada uno de los cuerpos de construcción tiene su propia lógica estructural, con muros que los definen e identifican en planta. Grandes vigas se apoyan entre muro y muro, aunque en ocasiones se apoyan en machones o en columnas de piedra de muy buena factura.

Quizás por su compleja estructura y su difícil legibilidad, unido a gran parte de la naturaleza de sus fábrica, un tapial que podríamos fechar en torno al S XIV o XV, o unas vigueteria interna más propia de siglos pretéritos, hacen pensar que la Alquería de Baix esconde un pasado más complejo que el que nos dan a entender las formas de sus ventanas y algunos fragmentos de muros de ladrillo y esquinas de sillería con acabados clasicistas, que nos sitúan en torno al S. XVII.

La puerta acabada en arco de medio punto, con jambas ajustadas a la carpintería, parece la original. Las ventanas, sus formas, la profundidad de sus jambas, la rejería de la planta baja, apoyan la hipótesis de una edificación originaria del siglo XVII; las cubiertas, sus aleros, hacen referencia a épocas más modernas, cuestión ésta que es muy habitual por las frecuentes restauraciones y reconstrucciones de cubiertas a lo largo del tiempo. 


No podemos evitar situarla como producto de una remodelación clasicista de un edificio quizás tardomedieval; una remodelación que debiera estudiarse detenidamente y que quizás ello nos diera claves sobre las antiguas arquitecturas que construyeron la alquería en épocas anteriores. Saber con ello el enigma de la bella columna clásica o clasicista que reutiliza o conserva desde tiempos remotos; una pieza bien tallada, con un elegante collarín. Una columna que posiblemente fuera de un bello e ignoto edificio. 



Un remate clasicista conformando una pilastra, un acabado propio del siglo XVII, lo encontramos en la esquina principal, junto a rejas de una calidad singular. 



viernes, 18 de enero de 2019

La ermita de Santa Bárbara en Vinalesa, por Miguel del Rey




Situada en el barrio de Santa Bárbara, saliendo hacia Moncada encontramos la ermita dedicada a la advocación de Santa Bárbara es un edificio de una sola nave con tres cuerpos en profundidad que mantienen los contrafuertes exteriores al templo, cubierta por una cubierta a dos aguas con un frontón en fachada rematado por una sencilla espadaña de una ventana donde se ubica una campana.

La fachada es muy sencilla, incluye un panel cerámico sobre la puerta, construida esta por un arco plano de ladrillo, más una ventana superior construida de la misma manera. Un zócalo de piedra y unas fábricas de mampostería revocada, recientemente restauradas. En el lateral derecho de la fachada existe un reloj de sol de factura moderna.

miércoles, 16 de enero de 2019

Recordando aquella preciosa Alquería de Tronaes en Valencia, por Miguel del Rey


La Alquería de Tronaes es un viejo caserón, una alquería de finales del siglo XVII o inicios del XVIII, situada en un entorno marcado por la presencia de las grandes infraestructuras metropolitanas que se sitúan entre la Ronda Sur y la V-30, próxima a la nueva Fe. Un antiguo paisaje de huerta, hoy en ruina, que como la alquería forma parte de un paisaje al que ya, por desgracia, nos estamos acostumbrando.

Nos encontramos frente a una alquería sedera, un edificio que incluye una planta baja, donde se albergaba la vivienda, y una gran andana de tres niveles de servicio incluidas en un único espacio, con tres niveles de huecos en altura procurando facilitar la ventilación de la gran andana. Compuesto el edificio por dos crujías en paralelo a fachada, estructuradas a partir de un potente eje centrado en planta, adjetivado por el vano central y por los arcos de medio punto en la fachadas anterior y posterior, donde se sitúa laventanas saquedas, su interior violentado, parecen ser el triste destino de los Bienes de Relevancia Local en el municipio de Valencia. Lo que hace incomprensible que se elaboren catálogos y se pretende dar la imagen de un cierto interés por el patrimonio.