Caracterizadores del paisaje. La Partida de Dalt en
Campanar. Valencia 2/2
Segunda parte de la Conferencia dada en Campanar en Septiembre de 2023
Alquería del Foraster (hoy desaparecida). Vista del cuerpo principal
La Huerta de Dalt de Campanar es una de nuestras huertas
históricas de Valencia. Es en verdad un fragmento de nuestra historia rural que
mantiene vestigios desde época tardomedieval, configurada ya en el siglo XV.
Vamos a tratar en esta segunda entrega completar la exposición de divulgación
sobre el patrimonio rural de la Partida de Dalt, siguiendo con la segunda parte
de la exposición en Campanar
Tras comentar los caracterizadores del paisaje vinculados a
las acequias: cauces, azudes, molinos, etc., en esta segunda entrega nos centraremos
em las granjas agrarias, en las alquerías, de las cuales hay algunos ejemplos
de interés, pudiendo dejar constancia de aquellas que fueron robadas a la
ciudad con la nefasta intervención de derribo y borrado del Camí del Pouet. Una
verdadera masacre cultural que marco un punto de inflexión en la débil
conciencia sobre lo rural que tiene la ciudad de Valencia.
Hay que indicar que hijas de aquella masacre y la mala conciencia
que creo en parte de la administración, son varias actuaciones de restauración,
algunas de gran interés, que sin el revuelo y el escándalo que significo el
derribo del Pouet, no hubieran visto la luz: Moli del Sol, Alquería de
Barrinto, Molí del Tell, etc, además de algunas Intervenciones en Benicalap,
etc.
Alquería de Mosen Povo. Se trata de una compleja estructura de
origen medieval que ha sufrido varias configuraciones a lo largo del tiempo. En
origen posiblemente originales del S. XIV o XV. La última de las
configuraciones de las que podemos tener documentación, antes de dividirse en
varias propiedades, ha sido aquella que dio cobijo a unas casas de colonos en
una gran explotación agraria a lo largo de los siglos XVII y XVIII, o quizás antes,
y se ha mantenido hasta entrado el S. XX.
La última de las configuraciones de las que podemos tener
documentación, antes de dividirse en varias propiedades, ha sido aquella que
dio cobijo a unas casas de colonos en una gran explotación agraria a lo largo
de los siglos XVII y XVIII. Configurándose como un sistema lineal de dos
crujías que albergan viviendas en serie y ubicadas en planta baja, con los
secaderos, cambras y andanas, en la planta superior, más unos grandes corrales
posteriores. Todo ello sobre la base de la estructura tardomedieval que se
podía observar tras los restos de tapiales que se podían observar en fachada
Regada por los primeros brazos de la acequia de Moncada. En
sus proximidades empezaban a aparecer, hasta finales del siglo XX, los primeros
huertos de cultivo no hortícola: frutales y agrios que comenzaban a adueñarse
del paisaje agrario. Hoy se encuentra rodeada por una red de autopistas e
infraestructuras urbanas.
Se define como un gran contenedor de alero potente y
horizontal en fachada, con cubierta a dos aguas apoyada su cumbrera en la línea
central de carga. Estructura unitaria compartimentada para el uso de habitación
de colonos, transformado más tarde en casas de labranza de pequeños
propietarios de tierras. Una solución muy habitual en la huerta aristocrática
valenciana de los S. XVII y XVIII, que con la desamortización pasó a manos de
la burguesía o de pequeños propietarios. Hoy conserva las dimensiones de
aquella segunda época de esplendor.
Las particiones de propiedad han roto la sistematización de
su fachada, alterando la composición, que estaba formada por un sistema de
grandes huecos en planta baja que incluían las puertas de acceso a las
distintas viviendas y dependencias, más un cuerpo intermedio de vanos al
tresbolillo, muy a la manera del barroco valenciano, en dos niveles,
seguramente para cámaras ventiladas de secadero de cosechas. Composiciones que
vemos en muchas alquerías de este tipo, como las de San Lorenzo, junto a San
Miguel de los Reyes, con sistema muy similar, y que en menor escala encontramos
también en la Alquería de Puchades en el Pouet.
Alquería de LLeonard. Partida de Dalt de Campanar en
plena huerta, junto al camino del Cementerio de Campanar. Consta de un conjunto
de cuerpos de construcción, alguno de los cuales puede ser medieval, aunque el
cuerpo principal podría datarse, por sus fábricas, como originario del s XVII.
En cualquier caso, es necesario un estudio arqueológico previo a cualquier
intervención.
Hay que valorar su rotundidad volumétrica y la sencillez
manifiestas de su arquitectura, un único cuerpo a un agua. El volumen de la casa se mantiene como un
hito en el camino que desde aquí va perdiendo densidad de cuerpos construidos.
Los molinos próximos marcan los límites de un paisaje que se deprime
orográficamente por el Sur hacia el antiguo cauce.
La arquitectura de la alquería está formada por un cuerpo
principal, perpendicular al camino, de tres alturas, cubierta a un agua con
teja curva y con alero horizontal hacia la fachada principal. Más otro cuerpo
perpendicular al principal por el norte, un cuerpo de una crujía y dos alturas
que define una estructura en ELE con el cuerpo anterior.
Estos dos cuerpos definen entre ambos un patio, hoy
colmatado por edificaciones y cerrado por altas y esbeltas porxadas, con
sus cubiertas de teja curva a un agua y estructura de pórticos de pilares que
son evidentes desde la propia fachada. Las cubiertas, siempre vertiendo a un
agua, se construyen con aleros de obra, poco volados, posiblemente formas
sustituidas en el tiempo y que vierten hacia el exterior siempre por fachada
principal.
Podemos distinguir un cuerpo más antiguo situado tras el
cuerpo principal, con fachada directa al camino, en el cual podemos ver restos
de una fábrica medieval de tapial. Es un espacio unitario, con una viga central
que soporta la cubierta a un agua. El tejado, más actual, parece ocultar la
vetustez de los muros.
Es uno de los tipos más interesantes de las arquitecturas
que dan forma a la casa en la alquería barroca, entendiendo a esta como un
conjunto de cuerpos entre los cuales destaca la pieza principal, la casa de una
crujía, muy presente en la gran alquería del siglo XVII en Valencia. Podemos
ver ejemplos como la Alquería de Serra o la de Rocatí, ya más al norte la de
Pages, muy similar a esta.
La antigua alquería del Rocatí nos muestra como fue la
arquitectura de una explotación agraria del Seiscientos en la parte Sur de la
Huerta de Valencia. Restos de sus fábricas construidas en tapia real y huecos
sobrepuestos en el XVIII a las antiguas fábricas, nos hablan de un edificio que
se pierde en el tiempo.
Tras LLeonard nos vamos a centrar en algunas ausencias o en
restos de la que queda del Camí del Pouet, bien para entender lo restante, como
para mantener la memoria de lo perdido.
¿Por qué nos interesaba aquel paisaje?
El Camí del Pouet tomaba el nombre de un pozo de uso público
situado en una de las dilataciones del conjunto de las casas del Racó del
Pouet. El camino se formaba tras una bifurcación hacia el Sur del Camí del Cementeri
que parte desde Campanar. Su entorno fue un lugar tradicional de implantación
de arquitecturas desde tiempo inmemorial, como nos dan noticia tanto la
cartografía histórica, como las propias construcciones, sus tipos y fábricas.
Desde el siglo XIV tenemos datadas construcciones a lo largo del camino, de
manera que lo hacían un lugar particularmente fértil para conocer el proceso de
transformación de nuestra arquitectura, incluso el cómo habían ido cambiando
conceptos como el de “alquería”, además de los tipos de casas que dieron cobijo
a las distintas clases sociales a lo largo de la historia.
http://arquitecturaruralvalenciana.blogspot.com/2016/03/se-ha-roto-un-paisaje-sobre-el-cami-del.html
Qué arquitecturas
encontramos en aquel camino?
En el inicio del camino podíamos encontrar cerca del Molino
del Conde, la Alquería de Victoria, una granja agraria de finales
del XIX.
Casi en el inicio estaba la ya perdida Alquería del
Foraster, un conjunto complejo a partir de una alquería histórica, tipológicamente
poco rotunda, pero cuyas fábricas y elementos, como la puerta nos hablan de
tiempos pasados. Edificio cubierto a un agua y dispuesto perpendicular al
camino. Construcción a la cual se le
adosan una serie de cuerpos más o menos disciplinados. Es remarcable, no tanto
por el interés en sí de la misma como arquitectura, sino como pieza de un
paisaje vivo en un momento determinado, y documento de una problemática: el
abandono social por parte del ayuntamiento, sin evitar la degradación social,
el tráfico de drogas y la sensación de espacio sin valor, previo a arrasar el
lugar.
Hay que indicar que en un momento estas casas, en origen de
propietarios absentistas, se mantenían de manera estable habitadas por caseros
o medieros. Cuando estos acceden a la propiedad tras la desamortización y la
sustitución del señorío por el liberalismo, las alquerías empiezan a ampliarse
por la inclusión de nuevas generaciones del propietario en la propia
explotación.
El camino del Pouet se iniciaba con la esbelta y potente Barraca
de Llenya.
Tras un grupo de casas adosadas se llegaba a la Alquería
de Puchades. uno de los pocos edificios que han sobrevivido. La actual alquería conserva la casa principal
de un conjunto estructurado en torno a un patio donde se situaban un gran
número de pequeños cuerpos de construcción de uso económico y casas de colonos
anexas a la principal. Nos mostraba muy bien la idea de la gran granja agraria
de finales del XIX e inicios del XX.
De entre los cuerpos desaparecidos hay que señalar el
situado al norte del cuerpo principal, un cuerpo de construcción medieval,
posiblemente del XIV-XV, coincidente con los muros de la primera etapa de esta
alquería
Tipología: La tipología del cuerpo principal es el de una
casa de crujías desiguales, con vivienda en planta baja, una primera crujía más
alta que incluye una andana de dos niveles de fenestración dispuesta a
tresbolillo, y un cuerpo posterior más bajo.
Las crujías se construyen paralelas a fachada y se articulan
con un eje centrado en planta. Su sección es muy interesante; nos presenta un
primer cuerpo de más altura, dominante, vertiendo aguas a fachada, con un alero
horizontal en madera, prolongación de la estructura de cubierta y un cuerpo
posterior de menor altura.
En la planta baja se desarrollaba la vivienda con entrada
ocupando ambas crujías en profundidad, con un arco relajadísimo en fachada, un
arco de medio punto sobre la línea central de carga y un vano adintelado en
fachada posterior. Desde la entrada se accedía a las distintas dependencias
situadas a ambos lados en la primera y en la segunda de las crujías. En primera
crujía se situaba la escalera de acceso, solución bastante general en esta
época, y también la cocina, siendo el resto habitaciones.
Ambas crujías son de desigual anchura, mientras en el primer
cuerpo se disponía una amplia andada de gran altura, con doble fenestración
para que circulara bien el aire y se pudieran disponer las camas para la cría
del gusano de seda, en el posterior, más bajo, solo se disponía de una altura y
el espacio estaba más compartimentado.
La fachada presenta grandes huecos, relativamente centrados,
a ambos lados de la puerta. Sobre ellos, unos pequeños huecos a tresbolillo,
que sin llegar a ocupar toda la fachada crean una fuerte complejidad,
presentándonos una solución que se repite sistemáticamente, como hemos dicho,
en muchas casas del Seiscientos valenciano. Podemos encontrar este tipo de
composiciones, además de en las antes indicadas, en la alquería de Falcó,
también la alquería del Pí o en la de hoy desaparecida alquería de la Tía
Emilia. Aquí presentamos las alquerías de San Lorenzo, o la propia alquería de
Mosen Povo
Tras la alquería de Puchades podemos volver atrás en el
camino para compararla con la Alquería de Ricós. Una pieza similar en su
estructura tipológica, pero quizás tipológicamente menos estable. El eje
compositivo no está centrado, es esviado en su interior. La fachada no se
compone de esta manera tan rotunda como en puchades. Pero tiene grandes
valores. Por un lado, incluye restos murarios de época medieval, posiblemente
anteriores a esta configuración, o bien ella se ha construido sobre ellos
manteniendo parte de su estructura; de ahí la incertidumbre en el tipo. Pero
por otro nos muestra un alero original, cosa que no encontramos en ninguna del
resto de las construcciones.
Si volvemos al itinerario del camino encontraríamos la
Alquería del Foraster, antes comentada, y la de Barberá, ambas desaparecidas. Eran
interesantes alquerías en esta parte del recorrido, hasta llegar al enclave del
Pouet. Allí, el camino se dirigía hacia el Oeste, hacia el río Turia que está
ya cercano.
En pleno quiebro se encontraban los restos de la que fue una
gran alquería señorial, la denominada Alquería de Nel.lo el Xurro
derribada recientemente por la desidia.
Alquería importante que albergaba tras
ella el conjunto de Casas del Pouet, quizás, casas relacionadas con esta
antigua alquería en sus momentos de esplendor. Allí, podrían habitar colonos y
trabajadores de la propia alquería, donde se encontrarían infraestructuras de
apoyo al mundo rural o doméstico de esta estructura del poblamiento medieval de
la huerta.
Las casas basilicales en el Cami del Pouet. Un tipo
singular en el entorno de la ciudad de Valencia. Tipo al que pertenecen las
casas más antiguas de las encontradas en la Huerta, relacionadas con las
primeras construcciones tras el Repartiment, tienen una genealogía particular
que no vamos a tratar. Elementos
Básicos: Planta Basilical, Manera singular de construir la cubierta,
Disposición en perpendicular al camino. Y casa principal de la granja agraria,
en el concepto medieval de alquería. Formaban un núcleo agrupado en torno a una
casa señorial.
Estas alquerías las podemos conocer en su referencia de la
página web de la página: “Arquitectura Rural Valenciana”
http://arquitecturaruralvalenciana.blogspot.com/2018/01/adelanto-la-nueva-edicion-del-libro.html
La más importante y desgraciadamente arruinada y
vilipendiada es la Alquería del Rei, con su núcleo de casas de colonos
ya separadas de la propiedad en su última etapa.
Otro ejemplo menos
rotundo de estas casas basilicales, era la Alquería de Raio.
Por último nos centraremos en la granja moderna, la
más joven de las alquerías, la Alquería de Colom, es un ejemplo
interesante de la rica cultura agraria valenciana de finales del Siglo XIX, la
fecha de 1877 estaba grabada en brocal del pozo. Esta pequeña granja campesina
es paradigmática de la casa agraria valenciana que desde el siglo XVIII se
prolonga hasta las dos primeras décadas del siglo XX. Su estructura en términos
generales se aproxima a la composición canónica de la pequeña explotación
agraria europea con una trilogía clásica: la estructura Casa-Patio-Pajar;
configurándose con una casa compacta de geometría muy estricta y un patio
posterior, con porxadas configurando el pajar. Fue derruida en 1998.
Es
interesante conocer este tipo popular de casa campesina, pero también observar
las relaciones de nuestra arquitectura vernácula entre lo popular y lo
académico. Pues en ocasiones se desprecia lo rural en aras de otras
arquitecturas, las denominadas arquitecturas cultas. Pero no es así.: rural y
urbano son episodios de una misma historia, la historia de la arquitectura.
Podemos
ver aquí la comparación entre la casa Colom y los ejercicios de composición en
los exámenes de la Academia en los últimos años del s XVIII y observar que
hablamos de precisamente la misma casa. La misma arquitectura, que conocen los
Mestros de Obra y que desde la Academia, ajustándose a las técnicas locales de
construir, difunden por todo el país.
http://arquitecturaruralvalenciana.blogspot.com/2016/03/la-alqueria-de-colom-en-el-cami-del.html