Espacio, tiempo y
arquitectura. La Fábrica Giner en Morella.
Un proyecto de Miguel
del Rey, Iñigo Magro y Rafael Culla.
Mantener el carácter de un lugar es una de las cuestiones
principales en la intervención arquitectónica. Es algo está por encima de
cualquier otra consideración, que si bien se ha de resolver adecuadamente: uso,
estabilidad estructural, programa, condiciones de habitabilidad, etc, son estas
condiciones necesarias, pero no suficientes para considerar el valor que debe
tener una restauración arquitectónica.
Con el tiempo, he ido valorando más esta cuestión, lo que
precisamente ha sido el motivo de nuestro último proyecto, la restauración de
la Harinera de Levante aquí en Valencia, terminada su fase estructural. Esperando
haber terminado adecuadamente la condición de edificio industrial, diáfano,
contenedor de espacios capaces de ser usados de manera distinta, dispuesta esta
de manera adecuada para valorar estos espacios, y ahora dispuesta a empezar el
proyecto de adecuación al uso previsto por el Ayuntamiento.
Quiero presentar un proyecto de hace tiempo, un proyecto que
buscando otras cosas me salió a primer plano y tras considerarlo, observarlo,
recorrerlo mentalmente, me pareció de cierto interés en alguna de sus
partes. Era uno de los primeros
proyectos de restauración en los que intervenía allá por el año 1996. Me
interesa la intervención en su contexto y ser capaz de mantener cierto carácter
en el espacio y en paisaje, adecuando el edificio en cuestión a albergue, como
otros a hotel, a oficinas, escuelas, etc...
Nos interesaron particularmente: la historia del lugar, la
forma de las arquitecturas y el paisaje.