La Torre Fonso (o Alfonso)
es una de esas torres prismáticas, en este caso cubierta a un agua, aunque en un origen posiblemente aterrazada. Torres que encontramos en la
zona alta del Maestrat, en Vilafranca. Una arquitectura que perfectamente se
podría situar en torno al siglo XIV. Se trata de una torre autónoma, una pieza
de una austeridad encomiable, rodeada hoy de corrales, almacenes y algunas
otras arquitecturas de habitación más próximas en el tiempo.
La Torre
Fonso se configura en su origen como una masía fortificada, dentro de una
estructura de producción donde posiblemente la ganadería fue muy importante,
próxima a un centro urbano como Vilafranca, a poca distancia de la Pobla de San
Miguel y la frontera con Aragón. En ella, sus fábricas y sus vanos, sus formas
en general, nos acercan a aquel mundo pretérito de antiguas saeteras, ventanucos con arcadas; a sus heridas y cicatrices que se acumulan en el tiempo. Una torre que conserva el carácter de un
paisaje primigenio en la colonización del territorio.