sábado, 3 de octubre de 2020

Arquitectura moderna en Altea: Complejo Nova-Altea, 1969, por Miguel del Rey

 

COMPLEJO RESIDENCIAL NOVA ALTEA,  1969. Urbanización Nova Altea*

Racionalismo Crítico. Promotor José M. Planelles. Complejo Privado. Arquitectos: Félix Cabrero, Carlos Solesio, Joaquín Planell, arquitectos, R. Bellod, Arq. Director de obra. Personaje vinculado: Don José Planelles Zaragoza

Nova Altea es uno de los complejos residenciales más interesantes del panorama arquitectónico alteano y alicantino; en particular sus fases I y II presentan una calidad indiscutible. La interpretación del “genio del lugar”, la integración medioambiental, la flexibilidad y personalización de las viviendas, en palabras de Joaquín Planell, pueden distinguir la intervención. El complejo, con más de cuarenta años, sigue manteniendo unas prestaciones residenciales, urbanísticas y paisajísticas de gran valor.


                                        Nova Altea fotografiada en 1970 por Joaquín Planell

Desarrolla un sistema escalonado, con cuatro alturas de vivienda en profundidad, con grandes solanas que abren al mar y resuelto en plantas altas con áticos. “Nova Altea en su interior, esconde un verdadero pueblo en el que se desarrollaron soluciones distintas y de gran originalidad” nos indica uno de sus autores, Joaquín Planell. En esta compleja propuesta hay que destacar la flexibilidad funcional y como dice su autor “el modo peculiar de interpretar la arquitectura popular alteana”. El conjunto tiene el particular plasticismo del juego de niveles y de sombras de sus volúmenes.

                                       Planos facilitados gentilmente por Joaquín Planell

Se pueden inscribir en un racionalismo crítico, experimentalista, muy en boga en aquellos momentos en el panorama arquitectónico español. Una arquitectura de gran interés, firmada por los arquitectos Cabrero, Solesio y Planell e inscrita en las preocupaciones compositivas que en esos momentos se tienen en la arquitectura española (recordemos la obra de Javier Sáenz de Oiza en Alcudia) en el caso alteano con una planta más rotunda y atractiva, más especulativa posiblemente, pero no por ello menos interesante. La elección de materiales, su austero repertorio, unido a una adecuada estructura, apoyan el interés de su arquitectura. El conjunto de Nova Altea se completó con una vivienda unifamiliar en su extremo sur, que si bien no formaba parte del conjunto arquitectónico, no desentonaba en su arquitectura ni en el paisaje. La casa firmada, parece, por los arquitectos Lorente y Chicot se levantó unos años más tarde.

 

             José María Planelles y Benjamín Palencia en la terraza del mítico bar las Vegas de Altea

Don José Planelles Zaragoza, Alicante, 1930, Estudia Derecho en la Complutense y se licencia en periodismo; casado con Doña Magdalena Rostoll, se instala en Altea en 1954 como industrial de la almendra y de la cinematografía, explotando los cines: Moderno, Altea, Mediterráneo y Costablanca, incidiendo particularmente en el mundo de la promoción y construcción de vivienda en un momento de despegue económico. Su amplitud de miras, la cultura heredada y también la aprendida, le llevan a ser un buen alcalde y un mecenas de las artes, desde la pintura a la arquitectura, amigo de pintores, buen conversador, preocupado por la cultura, sabe seleccionar a las personas con las que trabaja; de hecho, en arquitectura desarrolla una serie de proyectos de calidad excepcional. Nova Altea es precisamente una de ellos, pero no hay que olvidar al ignorado proyecto de la Terraza Costablanca, con su pantalla frente al mar y su terraza extremadamente volada sobre la playa, un proyecto discreto, pero rotundo y moderno. Sus relaciones de amistad sincera, de apoyo a las artes, le llevaron a hacer de Altea un nido de artistas. Su imagen estará por siempre ligada a un hombre positivo e inteligente en un momento brillante en una Altea que salía de la autocracia representada por las chaquetas blancas que en los días de fiesta aún lucían  los Jefes Locales de un Movimiento, algo que hoy parece  increíble.

 * Publicado en el libro "Paseando por las alteas", M. del Rey, Val 2016, pag 284-285

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