Al sur de Altea se encuentran los restos de un acueducto romano que atraviesa el barranco de les Arcs, posiblemente levantado entre los siglos II o III de nuestra era, forma parte de la estructura hidráulica que llevaba el agua del río Algar a la antigua villa romana del Albir. Su estructura se prolongaba a lo largo de unos 410 m. y constaba de 31 basas o machones, según los estudios realizados por este autor junto al arqueólogo Jaume Martínez y al historiador Pere Soler, llegando algunos de ellos a levantar 12 m. sobre el suelo a su paso por el barranco, según los planos y mediciones realizadas, manteniendo con ello el agua sobre la cota 25m. de altura, aproximadamente. De su estructura sólo quedan los restos de unas cuantas basas, sumidas en el más completo abandono a pesar de su declaración de BIC.
Recreación hipotética parcial del acueducto haciendo
coincidir el resto arriba fotografiado en el dibujo, a partir de los restos encontrados, las impostaciones, de arcos y las paredes de los vanos superiores, que aún se pueden observar. Dibujo MdR
El desembarco posterior al acueducto, al sur del barranco, no está localizado de manera segura. En la actualidad se encuentra a muy poca distancia del trazado final del Riego Mayor o Reg de Baix a su paso por el barranco en dirección a Cap Blanc y el Albir, cauce que discurre sobre la cota 14 m. aproximadamente, más baja que la cota de servicio del acueducto, necesaria para conducir el agua hasta la villa romana del Albir.
Por los restos encontrados, la estructura del acueducto debió constar de un doble sistema compositivo. Una basa aún existente hace unos años, y que mostramos en la imagen de la pág 152, nos proporcionaba una valiosísima información sobre las fábricas y la impostación de los muros. De su análisis podemos entender -o suponer- cómo se construía la arquitectura del acueducto. Y si bien no tenemos noticia de cómo resolverían los vanos, se supone que debieron construirse a la manera de la cultura romana, con arcos de medio punto. La toponimia del lugar “els Arcs” no ofrece duda al respecto. El cuerpo inferior, el basamental, incluía una línea de impostación sobre la que se levantaba un cuerpo superior del que quedaba algún resto material, que me temo esté sólo presente en la imagen a que nos referimos. En él, se intuía en la parte superior, la presencia de una jamba, además de dos sistemas de impostación: el de base de un posible sistema superior de arcos, y el que marcaría el nacimiento de la propia arcada superior, con arcos más pequeños. Sobre este sistema, de arcos sencillos o dobles, según la altura a resolver, se remataba la construcción, como es propio en los acueductos romanos de esta época, con el cajero por donde circulaba el agua. El paso por la parte más baja del barranco, donde la cota de servicio es de unos 12 a 13 m. de altura sobre el suelo, obligaría a disponer de altas basas o de una impostación inferior y algún cuerpo suplementario para llegar hasta el lecho del barranco.
(1) Por la época y la hipótesis, similar al existente en Provenza sobre
el río Gard. El francés, de unas dimensiones mucho más grandes y con tres
niveles
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