El Cementerio de Altea*
* Publicado en el libro "Paseando por las alteas", Val 2016. Autor M. del Rey
El cementerio de Altea que hoy conocemos es el tercero de los existentes desde la refundación de la villa en 1617. El primer cementerio estaba situado al lado sur de la iglesia, entre ésta y el propio castillo, dentro de la fortaleza. En el siglo XVIII se traslada y se sitúa en el llamado Cantó de la Promesa, en la parte norte del camino de Polop o de Alcoi, donde ahora se encuentra la villa “Quatre Vents”.
Panteón de Don Cristoval Salvá, una elegante arquitectura dentro del eclecticismo neogriego
Plano del actual cementerio y ubicación de sus principales arquitecturas. Plano MdR
Determinadas
familias han levantado a lo largo del siglo XIX y XX panteones de estilos muy
variados que configuran en gran medida el paisaje interno de esta ciudad de los
muertos. Entre las arquitecturas a destacar podemos citar una serie de
panteones que quizás se puedan agrupar estilísticamente de la siguiente manera:
Clasicismo popular.-
A este estilo corresponden los más antiguos panteones alteanos, ambos de época fundacional, la década de 1860-70. Se distinguen por su condición popular dentro de la tradición clásica del momento. El primero es el de la familia Benimeli (A) basado en la interpretación de un tema clásico del iluminismo: el prisma y la cúpula. Sobre un prisma con fachadas compuestas por hornacinas tripartitas en cada una de sus caras, donde se situaría la puerta centrada en una de ellas mientras que el resto albergarían lápidas familiares, se eleva un tambor sobre el cual descansa una tímida cúpula semiesférica cubierta de teja vidriada por piezas de difícil ajuste, dadas las pequeñas dimensiones de su arquitectura.
Panteón de la familia BenimeliEl otro de los panteones de este estilo alberga los restos del filántropo que cedió los terrenos para el cementerio, el de la familia Martínez-Benimeli (B). Es un prisma sobre el cual se eleva una pirámide de base cuadrada revestida de teja alicantina vidriada en azul cobalto. Una pieza sencilla y poco retórica.
Panteón de la familia Martínez-Benimeli
Arquitecturas neogriegas.-
Tenemos dos
edificios de particular interés, posiblemente salidos de la misma mano: el
panteón de Don Cristoval Salvá (C) y el de Don Joséf Muñoz (D). Su estructura
es similar, quizás más rotundo el segundo, aunque su máxima diferencia radica
en la configuración de la puerta de entrada, el primero neogótica y el segundo
adintelada y clasicista. En ambos encontramos una composición con fuerte
impronta ecléctica y tres condiciones que marcan su arquitectura: disposición
centrada y simétrica de los elementos y un pórtico enmarcado por pilastras con
capiteles de referencias jónicas, donde la cruz triunfa sobre la voluptuosidad
de las espirales clásicas llevadas a su mínima expresión, en el caso de la
familia Salvá. Capiteles que soportan un arquitrabe donde se desarrolla
ampliamente el nombre de la propiedad. En el caso de la familia Muñoz este
pórtico se compone con columnas jónicas clásicas. En ambos, la composición se
remata con un frontón neogriego que nos recuerda en su formas básicas a los
ejercicios compositivos de las Bellas Artes de mediados o finales del siglo
XIX, inspirados en la estética próxima al mundo ático. En el caso alteano incorporando en el frontón un bajorrelieve con el
motivo poético del volar del tiempo, interpretado aquí por un reloj alado, en
el caso de Salvá. Mientras que en el caso del panteón Muñoz se recurre al
repertorio funerario cristiano.
Neoclasicismo moderno.-
Dos panteones
se pueden distinguir dentro de estilos próximos a interpretaciones de lo que
podríamos considerar un clasicismo moderno, propio de las arquitecturas a la
moda en los primeros años del siglo XX. Uno de ellos, el panteón Gozalbez (E)
que sobre un edificio en planta de cruz dispone de uno de los frontones más
característicos e interesantes alteanos, mostrando un gusto particular de
referencias escandinavas con un frontón incompleto en su base, elevado de
manera exagerada a partir de las pilastras laterales, formando un perfil agudo
con un amplio juego de sutiles golas y escocias que potencian la planeidad de
la fachada. Los pseudo sillares, la cubierta y la propia carpintería de la
puerta, con su traza, no están a la altura de este elegante perfil neoclasicista
construido en torno a 1905.
El panteón de
la familia Nieto Fernández - Ferrer Sendra (F) muestra una fachada escueta,
lisa y bien proporcionada, construida con piedra arenisca, donde destaca una
estrecha y profunda puerta de pocas arquivoltas y pilastras vaciadas en la
propia piedra, su condición másica contrasta con lo liviano de las esquinas
apilastradas. Una escocia bien trazada nos marca la línea de impostación desde
la cual se levanta el perfil de un frontón, quizás el más dudoso de los elementos
de su arquitectura, que sirve de excusa para situar una peana desde la cual un
ángel nos indica el silencio propio del
lugar. Un zócalo impropio, rompe la poética de una elegante arquitectura.
Fragmento de la calle de acceso en la entrada del cementerio
La propuesta neogótica.-
Panteón de la familia Jorro
El panteón de la familia Jorro (G) es un ejercicio de trazas potentes, muy matérico, donde el trabajo de sillarejos de piedra de les Quintanes es verdaderamente poderoso. Un gran pórtico gotizante de trazas duras y sección poco cuidada, define la fachada principal en un conjunto quizás más interesante por el oficio sobre la piedra y sus texturas que por su arquitectura. Su actual situación es de ruina de la estructura de cubierta.
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