LA CASA DE LA SENYORIA Ingeniería militar en la Altea del siglo XVI y XVII*
*Publicado en el libro “Paseando por las alteas”, M del Rey, pg
348-349. Librería Mascarat/Altea
De la antigua Casa de la Senyoria nos queda el solar
configurado como glorieta sin referencias a su esplendoroso pasado. Alguna
vetusta imagen del pueblo desde la playa, o desde las huertas del Palasiet, nos
dan noticia de su potente volumen, en particular la fotografía de autor desconocido
fechada en 1908 -podemos verla en la pagina siguiente- que nos permite conocer
el edificio poco tiempo antes de su derribo, donde se distingue parte del peto
de su terraza, cubierta ya con tejado en ese momento. Era un contundente
baluarte a la manera de torreón de esquina que flanqueaba el extremo noreste de
la fortaleza que, como indica la planta de F. Ricaud, equilibraba el sistema
defensivo amurallado alteano, tal como hemos comentado en apartados anteriores.
Un bastión, éste, que debió tener en sus orígenes cubierta aterrazada a la
manera de battería a la italiana para así poder defender la parte de la
costa levante y sobre todo guardar o prevenir las posibles aguadas de moriscos,
piratas corsarios o ingleses, en el estuario del río Algar, entrecruzando el
fuego de sus cañones con los de la torre o el Castillo de Cap Negret.
La imagen de la Casa de la Sernyoria, solo la conocemos a partir de esta fotografia de 1908, de autor desconocido
De la Casa de la Senyoria tenemos poca documentación,
no más que la planta indefinida de F. Ricaud, grafiada en 1740, y las imágenes
que ofrecemos, tanto la que acompaña este texto, como la presentada en la pág.
108 (ver 2-01). Imágenes de gran interés en las que se nos muestra el fuerte
carácter defensivo del edificio en el momento previo a su derribo. Su imagen y
potencia no dejaba duda sobre el poder señorial frente al municipal, vista la
poca potencia formal y defensiva del bastión de la Casa del Comú. Se
pueden hacer una serie de observaciones con estos documentos esenciales en la
historia de Altea, el plano y estas fotografías de finales del XIX e inicios
del S. XX. La primera relativa a su planta la cual, quizás, no fuera lo
cuadrada que nos marca el plano del ingeniero, pues de las formas en la
fotografía se percibe una tendencia más romboidal en su volumen; y la segunda
sobre el potente aspecto de la arquitectura del bastión, ese altísimo edificio
donde la sillería, el talud del cuerpo basamental y el cordón que impostaba y
remataba su volumen bajo la línea de la battería. Una arquitectura que
evidenciaba no sólo el poder, sino también el fuerte carácter defensivo de la
propia fortaleza, intentando que su vista desde el mar disuadiera de cualquier
intento de asalto. De todo ello nos quedan las imágenes y los planos, además
del vacío de la glorieta dende se
asentaba y el talud de los muros que la configuran, donde entre sus piedras
queda alguno de los antiguos sillares de piedra del viejo edificio.
No hay descripciones exactas de su arquitectura, sólo un
relato literario en la novela Bartolomé (del Rey, 2013); entresacada su
descripción de las imágenes y planos existentes, la cual puede ayudarnos a
entender como podría ser el espacio interno de la Senyoria: “... las
losas calizas del vestíbulo, lavadas a conciencia estos días, les conducen a la
entreplanta donde está la sala. En algunos peldaños y en los descansillos,
velones y candelabros dan un ambiente cálido a ese caserón desvencijado, casi
abandonado, que construye la esquina nordeste de la fortaleza.... siempre pensó (Bartolomé) que la sala estaba
necesitada de un mejor acomodo, era como antigua, con sus muros encalados, los
modestos techos de vigas y arquillos, su forma ligeramente angulada
configurando la esquina nordeste del baluarte. Lo mejor de estos salones
siempre fueron las ventanas, tanto la que mira hacia Bernia, como las dos que
abren al mar, dominando la bahía...”(Bartolomé, pág, 191, 1ª ed.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario