Alzado de la iglesia en la actualidad. Plano realizado por J Rojo y M. del Rey
La iglesia de Altea tiene una dilatada historia. Su construcción de nueva planta terminada en 1617 marca el lugar y la impronta que tendrán en el tiempo. Su ruina a lo largo del siglo XIX, la construcción como edificio aislado de la actual Capilla del Sagrario en 1854, y la construcción dilatada en el tiempo de la nueva iglesia, entre los últimos decenios de 1880 y 1911, van construyendo el edificio que hoy conocemos,perfil e icono inconfundible de Altea.
Sus momentos básicos son:
1.- Ruina del templo renacentista (1617, construida por el picapedrero Damiá de
la Cámara.
2.- Construcción en 1854 de la Capilla del Cristo. Sin autoría reconocida,
Sobreposición de la iglesia original, en amarillo, sobre el plano de la actual iglesia y capilla del sagrario, antes exenta, ahora incorporada al crucero
3.- Construcción de un cuerpo de ábside, no se sabe bien por
quien y bajo que dirección. Aparece un croquis que quiere ser primigenio de la
iglesia; un dibujo detallado de don Jaime Cardona en 1876; croquis muy
respetado en el proyecto definitivo acabado 35 años después. Una imagen de 1894
nos presenta el ábside ya construido en esta fecha. Hay documentación que nos
indican de dádivas a la Iglesia en los años 1860, para continuar las obras de
ampliación de la iglesia (1)
Vista del lateral de la iglesia en 1894, donde podemos ver el ábside ya construido y a su vez el muro de la antigua iglesia aún existente.
4.- Derribo del cuerpo principal del antiguo templo y
construcción de la nave principal, crucero, cúpula y campanario del templo
actual, intervención de Adrián Vela Gadea como Maestro de Obras, sin conocer un
plano director. Intervención que cambia la sección del croquis de Jaime
Cardona, al construir una potente y elegante cúpula; criticada por este en un
primer momento y más tarde aceptada, vista la elegancia de la misma, el espacio
interno que define y la potencia en el perfil de la villa de Altea.
Plano en planta de la iglesia en la actualidad. Plano realizado por J Rojo y M. del Rey
El proceso de consolidación de la nueva iglesia de Altea.
Sobre el plano de Francisco
Ricaud, este autor dibuja varios momentos del templo: 1.- estado original
renacentista. 2.- Derribo del castillo y construcción de la Capilla del
Sagrario en 1854, cuando el templo original entra en ruina. 3.- Templo en 1910,
con la capilla del sagrario formando parte del crucero. (4)
Dibujo de M. del Rey sobre un plano de F. Ricaud de 1740
indicando tres momentos del estado del templo alteano: Inicial de 1617, en 1854
y en 1910, publicado en “Paseando por las alteas”, M. del Rey, 2016”
La capilla del Sagrario
La capilla, inaugurada en 1854,
se configuró como edificio exento situado al suroeste de la antigua iglesia.
Compuesta a partir de una geometría academicista de doble simetría, de un
academicismo elegante, que define un gran espacio central con planta de cruz y
cuatro capillas, cubierta con cúpula de sección elíptica y fuerte peralte que
permite visualizarla como semiesférica desde puntos de vista próximos; cúpula
revestida con teja curva vidriada en azul y blanco sobre la que se levanta una
linterna estilizada. La arquitectura clasicista de su interior, de elegante
factura y buenas proporciones, contrasta con la desnudez de sus volúmenes
externos, de una sencillez franciscana que incluye una única puerta adintelada
sobre la que podemos ver un arco de descarga acabado para no ser visto.
Planta de la Capilla del sagrario cuando era un edificio exento
La capilla está llamada a tener un protagonismo particular en la futura configuración de la nueva iglesia que años más tarde sustituirá a la fundacional. Podemos señalar dos razones muy distintas:
La capilla está llamada a tener un protagonismo particular en la futura configuración de la nueva iglesia que años más tarde sustituirá a la fundacional. Podemos señalar dos razones muy distintas:
- por su
ubicación y por su propia arquitectura. Su localización marcará las dimensiones
y proporciones de la nueva iglesia, utilizando esta capilla como parte del
crucero y asumiéndola dentro de su geometría.
- Por otro
lado las formas de su arquitectura interior, sus pilastras y capiteles
corintios compuestos, marcarán la arquitectura interna de la futura iglesia, la
cual abandonará los historicismos, más comunes en esta época, y se vinculará a
estos temas academicistas de la capilla.
El croquis de Jaime Cardona
El croquis del maestro nacional alteano, titular de la
escuela de Almussafes, es el de un templo, como dice: capaz, sólido,
breve y económico. El maestro de escuela describe en 1876 un templo de una
nave y capillas laterales, con crucero, parece que sin cúpula; eso sí, con
girola y deambulatorio perimetral. Parece que propone algo más parecido a las
voluntades franciscanas de austeridad formal y pobreza de materiales, que al
templo finalmente construido.
La propuesta que nos aporta el croquis retranquea la
fachada de la iglesia fundacional hasta colocarla alineada a la calle
Mayor. Mantiene la alineación noreste de la nave de la iglesia primitiva y la
amplia hasta poder ajustar la alineación de la nave con la línea de la capilla
de 1854, utilizando a esta como crucero. No aporta detalles estilísticos,
mientras que si nos ofrece secciones que nos hablan de la escala y dimensiones
de la nave de la futura iglesia.
La
arquitectura de la iglesia
El actual templo se completa apoyándose en parte en las
trazas de la antigua iglesia, anexionando la Capilla de la Comunión, y
reconstruyendo el antiguo ábside anexo a la iglesia fundacional. Se define como
un edificio de una única nave con crucero y cúpula sobre tambor octogonal y
nervaturas internas, cubierta por bóveda de cañón y arcos fajones, bóveda que
se arista lateralmente para permitir luz desde ventanas a ambos lados. Los
potentes contrafuertes definen capillas internas laterales. La fachada incluye
doble campanario de bases cuadradas, de los cuales sólo se eleva el izquierdo.
Todo ello, excepto la cúpula, responde al croquis original.
Estilísticamente se inscribe en un
cierto eclecticismo clasicista que intenta, como hemos dicho, un
diálogo con la capilla del Cristo, una opción atractiva estilísticamente,
de manera que la arquitectura de la capilla, de formas y proporciones
elegantes, se interpreta de manera particular en la nave.
Las nervaduras de las bóvedas y el acabado interno de la
cúpula le restan parte de la rotundidad que encontramos en las limpias bóvedas
de medio punto de la capilla del Sagrario, en la cúpula de gallón y en su
linterna; formas en las que se aleja este nuevo templo de la capilla
primigenia. Los capiteles se complican, las formas pierden rotundidad, sobre
todo en la bóveda, al introducir las aristas para abrir los vanos de las
ventanas superiores, perdiendo su linterna en una voluntad neobizantina de
separarse de los códigos romanos. Soluciones muy habituales en el momento y
practicadas habitualmente por Adrián Vela (5), como hace en otras iglesias
(quizás la de Relleu, si se consigue conocer su autoría) aún no teniendo
certeza documental, reúne las características propias de ser obra de este
autor, etc.
Respecto a la estatuaria hay que indicar la existencia
de una arquitectura contenida en la espacialidad del templo, arquitectura que adquiere
un protagonismo particular, barroquizante en el caso del altar mayor y su
retablo. Hay que señalar un cierto exceso en la obra del escultor Melitón
Gómez; protagonismo que en sus formas que llegan incluso a aproximarse a la
idea de obra de arte total, desde una perspectiva casi podríamos decir
operística, donde adquiere un carácter escenográfico, hoy transformado al haber
pasado los pesados angelotes al altar norte del crucero.
Otro de los aspectos a reseñar en
esta arquitectura, quizás atribuible directamente a Adrián Vela, o en su caso
al arquitecto, hoy desconocido, es la existencia de algunos guiños modernistas,
incluso protorracionalistas, potenciado quizás por lo inacabado de sus formas,
dadas las vicisitudes económicas del proceso de construcción, con un final
abrupto de la obra quizás por falta de recursos a partir de 1910. Cuestión esta
que ha condicionado su arquitectura externa hasta adquirir cierta radicalidad
romántica, cierto carácter “pintoresco”, próximo de alguna manera a postulados
de la modernidad. Quizás aspectos no pretendidos de manera consciente por el
autor de su arquitectura y menos por los promotores de la misma, siendo
reflejo del difícil momento en que se construyó.
Algunos de los aspectos a destacar en esta arquitectura
los podemos encontrar en la propia experiencia constructiva del edificio, en su
potente y decidida volumetría y arquitectura exterior, en sus fábricas y
aparejos, aspectos que la separan decididamente de la arquitectura
edilicia del pueblo de Altea, pero también del repertorio formal de la
arquitectura religiosa del momento y destacan su monumentalidad, confiriéndole
ese aire de modernidad que rezuma el edificio, donde:
- Los
revocos son sustituidos por fábricas vistas, mamposterías concertadas,
sillarejos bien trabajados, impostas de sillares blancos y negros con el uso de
la piedra del lugar.
- Las
fábricas de ladrillo se aparejan con un dibujo de punto de cruz, muy a la moda
del modernismo que asume perfectamente la burguesía urbana, utilizando ladrillo
macizo de buena calidad con dos tonos de color.
- Las
fábricas de mamposterías vistas de piedras calizas, se trabajan en algunos
cuerpos de manera muy delicada, a la manera modernista, incluso con cierta impronta
gaudiniana.
- Las
cubiertas tienen una particular importancia, tanto por el uso de escamas
vidriadas en el revestimiento de la cubierta de la cúpula, cerámica adquirida
en los hornos de D. José Ros en la fábrica de La Ceramo del camino de Burjassot
de Valencia, como indica la memoria del cura Don Juan Bautista Cremades.
- La
cubierta de teja alicantina o marsellesa como fue cubierto en origen insistía
en una definición potente de los planos constructivos, a la vez que una economía
de medios propia del pensamiento que embarga la obra desde el inicio. Teja
desgraciadamente sustituida en el tiempo tras la última restauración.
Oratorio de l`Hort de la Campaneta
Quizás debiéramos incluir una obra doméstica de la misma
época y atribuible a Adrián Vela, o al menos una parte de ella, las cúpulas y
el oratorio del Hort de la Campaneta, coetáneo este cuerpo con la iglesia y
construido por los mismos operarios y con los mismos materiales en sus cúpulas.
1- Barber D.y Fuster L. : Estudios en proceso
sobre el vaciado del Archivo eclesiástico de Altea. Inédito
Descripción muy clara aportando muchos datos de autorias y posibles autorias. Gracias Miguel, por tu aportación al conocimiento de la arquitectura. No conozco la iglesia por dentro, pero ahora tengo más curiosidad si cabe y más porque la iglesia de Vilamarxant, donde trabajo, es de la mismas fechas aunque dentro del neoclasicismo de la época no parece tener muchos similitudes.
ResponderEliminar